El mundo entero se prepara ya para las campanadas

La mayoría de las ciudades del planeta han iniciado sus preparativos tradicionales. La nota dominante son las ganas de dejar atrás el pasado.
Moscú se encuentra así de engalanada para recibir el año nuevo. (Ria Novosti).
Moscú se encuentra así de engalanada para recibir el año nuevo. (Ria Novosti).
Moscú se encuentra así de engalanada para recibir el año nuevo. (Ria Novosti).

En el antiguo Imperio Romano, el dios Janus presidía el mes de enero. Este dios se representa con dos rostros, uno joven, que mira al futuro, y otro viejo, que mira al pasado. Ya en aquel entonces los romanos invitaban en los primeros días del año a familiares y amigos a comer dátiles, higos y miel, para propiciar  un dulce devenir todo el año. Poco a poco esta tradición se fue extendiendo por todo el territorio del imperio y después evolucionando en celebraciones locales, muy parecidas y distintas a la vez.

Parecidas, porque las celebraciones de año nuevo suponen la despedida del año que muere y la bienvenida del que nace. Similares también en que se hace el despliegue de buenas intenciones más importante del año. Y distintas, porque la forma de celebrar la Nochevieja y el año nuevo cambia en cada país, nación o cultura.

Tradiciones locales

De España proviene la tradición de tomar las doce uvas durante las campanadas de la medianoche del día 31 de diciembre. Aunque parezca que se ha hecho toda  la vida, el nacimiento de esta tradición, que no es cultural ni religiosa, se remonta tan sólo a 1909.

Al parecer, viéndose ese año los viticultores alicantinos con un enorme excedente de uva, inventaron lo de la buena suerte para quien fuera capaz de la hazaña de comerse las doce uvas con las  campanadas. Esta tradición se da también en Francia y Portugal, aunque en este último se sustituyen las uvas por sus hermanas, las pasas. Sin pepitas es más fácil.

Nochevieja y año nuevo en el mundo

Italia: El plato típico son las lentejas, que les garantizan bonanza económica todo el año. En ciudades como Milán o Roma (primera imagen) se tiran trastos viejos por la ventana para deshacerse del pasado.

Rusia: Pasa por los hogares el Abuelo del Hielo, que reparte a los pequeños dulces y muñecas matriuskas.

Japón: Las celebraciones duran 15 días, durante los que se escuchan 108 campanadas, que corresponden a valores negativos del ser humano que se olvidan al oírlas.

Perú: Trae suerte vestir de amarillo. Cuando han dado las doce campanadas se sale a la calle y se tira un vaso de agua hacia atrás, expulsando así los malos augurios.

Alemania: Es costumbre dejar sobras en el plato, como garantía de tener la despensa llena todo el año entrante.

Dinamarca: Arrojan y rompen platos ante las casas de  familiares y amigos, para demostrar que los aprecian.

Rumanía: El objetivo de las muchachas casaderas es averiguar quién las desposará. Lo hacen asomándose con una vela a un pozo, donde verán el rostro del amado.

México: Los más aficionados a viajar cogen sus maletas vacías y con ellas dan varias vueltas a la manzana, para asegurarse de que viajarán mucho ese año.

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