El Tribunal de Cuentas afirma en su Informe de Fiscalización de las actividades realizadas por la empresa estatal Navantia S.A. entre 2007 y 2010 que es "imprescindible" que la compañía defina una estrategia empresarial destinada a mejorar su competitividad mediante el "necesario control y racionalización de los costes".

Según el documento, que recoge Europa Press, durante los años fiscalizados la cifra de negocios de la compañía aumentó un 40,1%, incremento que "no se ha correspondido con una mejora de los resultados de explotación", que en esos años fueron de signo negativo.

Además, en el año 2010 se "confirmó" la hipótesis en sentido inverso, ya que "el estancamiento de las ventas ha coincidido con una importante minoración de las pérdidas de explotación".

"Parece que a medida que aumenta la cifra de negocios aumentan las pérdidas, lo que indica una falta de competitividad", añade el organismo fiscalizador, recomendando a la dirección de Navantia adoptar medidas, sobre todo para controlar los costes de personal y para orientar la labor comercial a los ámbitos donde tiene los mejores resultados.

Objetivos incumplidos

Es más, según el Tribunal Navantia incumplió en 2007, 2008 y 2009 los objetivos previstos en sus presupuestos anuales, "existiendo importantes diferencias entre las metas establecidas para las principales magnitudes económicas y lo alcanzado".

"En todos los ejercicios del periodo fiscalizado se han previsto y alcanzado pérdidas importantes en los resultados de explotación sin que se pusiera en ejecución un plan de acción dirigido a reducirlas o eliminarlas", critica a renglón seguido.

Así, las pérdidas "continuadas" sumadas al descenso de los excedentes de tesorería, lo reducido del patrimonio neto existente al final del periodo y la evolución decreciente de las ventas y la cartera de pedidos en esos años hacen aventurar unas "perspectivas negativas de la situación financiera de Navantia a medio y largo plazo", por lo que el Tribunal cree que es "probable" que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), su accionista, tenga que realizar "aportaciones de capital para compensar" esa reducción patrimonial.

Gastos de personal

A juicio del organismo fiscalizador, una de las partidas que más incidencia ha tenido en estos resultados es la de gastos de personal, que entre 2006 y 2010 se incrementaron un 21,8% por el mantenimiento de la plantilla y el aumento salarial recogido en el convenio, que en 2007 fue de hecho "superior a lo pactado" en un 1,12% por la revisión en función de la inflación.

"La percepción del mencionado incremento es contrario a lo establecido en el acuerdo de la Comisión Delegada del Gobierno para asuntos económicos de 14 de diciembre de 2006, que prohibió expresamente la inclusión de cláusulas de revisión salarial en los convenios para el año 2007 que celebraran las sociedades mercantiles estatales", recuerda.

Finalmente, en relación con las contrataciones, el Tribunal de Cuentas señala que prácticamente la mitad del volumen de ventas de Navantia lo proporcionó la Armada española, lo que provocó que muchas de las contrataciones se realizaran por el procedimiento negociado sin publicidad al aplicar "con carácter general" los criterios de exclusión de publicidad, basándose en criterios como "exigencias del cliente para elegir el proveedor o inexistencia de competencia por haber un único proveedor".

Y es que las instrucciones internas de la compañía "excluyen de la publicidad a todos los contratos relacionados con las necesidades militares o de la Defensa Nacional, y también a todos los que tienen las características y circunstancias" previstas en la ley para su exclusión.

"A la vista de las excepciones al cumplimiento del principio de publicidad incluidas en las Instrucciones Internas de Contratación y de la actuación de Navantia, no se puede afirmar que la sociedad cumpliera con dicho principio, y existen incertidumbres acerca del cumplimiento de los principios de igualdad y no discriminación", se añade en el informe,