La fama internacional se la debe al papel tierno de 'Charlie' en la celebérrima serie Perdidos (Lost). Ahora, Dominic Monaghan, que al teléfono suena más serio y circunspecto que en su papel en aquella ficción, muestra al mundo otra de sus facetas: su pasión por los insectos, reptiles y otros animales "incomprendidos", desde el programa Buscando bichos, de Discovery Max.

¿Se ha encontrado a sí mismo en este proyecto o está aún 'perdido'?

Me encontré a mí mismo hace mucho tiempo, antes de pasar por Lost.. Una de las cosas que me enseñaron mis padres es a saber quién soy... ¡aunque a veces no me guste demasiado lo que veo! (risas). En cuanto al espacio, está suponiendo una experiencia apasionante... e instructiva. Por ejemplo, me ha mostrado lo insignificantes que somos los humanos.

¿Tenemos que aprender mucho de los animales?

Tienen unas habilidades extraordinarias que ojalá imitáramos. Su comportamiento es mucho más justo que el de nuestra sociedad, nos enseñan lo bonito que podría ser el planeta si los humanos nos condujéramos de otra manera.

Ha sido retratado con tarántulas y serpientes. ¿No ha tenido miedo?

No, el miedo no sirve de nada y es mal consejero. Si dejas que te supere es probable que tomes una decisión equivocada y en esos momentos necesitas estar lúcido para evitar una mordedura o algo peor. Hay que controlar el miedo para sobrevivir.

¿Se puede superar el pánico que algunos sienten ante, por ejemplo, una araña?

Claro que sí. Precisamente mi programa está dirigido a las personas a quienes les dan pavor las serpientes, los escorpiones, los arácnidos... Como consejo, les diría que intenten exponerse gradualmente al animal. Pueden comenzar leyendo sobre él en Internet, viendo fotos, aprendiendo cómo se comporta... Cuanto más le conoces, menos temor te inspira.

Aunque no se haya muerto de miedo, algún episodio habrá sido más peligroso de rodar...

En todos los episodios aparecen especies que pueden enviarte al hospital, pero el programa más peligroso fue el que grabamos en Laos. Tratamos con escorpiones, con cobras y otras sepientes cuya picadura es mortal ... Mi propósito es enseñar al mundo que, aunque estas variedades pueden hacerte mucho daño, no lo hacen.

¿También ha sido ese el capítulo con el que más ha disfrutado?

Sí, el de Laos... donde, por cierto, la comida es increíble. Y el de Camerún, por la cantidad de gente joven que hay en todas partes, la vitalidad que se respira en el país.

¿Esta experiencia le ha acercado más a los hombres o a los animales?

Viajar siempre ayuda a conectar con el planeta. En general los niños son más fascinantes que los adultos porque son genuinos, viven el momento. La gente siempre me fascina pero diría que son los animales los que me hacen sentirme más conectado con la sociedad.

¿Cuál es la especie que más le ha sorprendido?

Hay un mótón, pero sobre todo los insectos. Tienen un modelo de sociedad y una organización fascinantes. Me atrae, en general, cualquier bicho que sea ignorado, incomprendido o injustamente tachado de repulsivo, como las arañas o los escarabajos. Y otros muchos que poseen sentidos que no podemos ni imaginar, sentidos que podrían ser considerados superpoderes.

Tras viajar por diferentes rincones del planeta, ¿cree que en Europa, aún con la crisis, nos quejamos por menudencias?

No, hay problemas reales en todas partes. La diferencia es, quizá, la forma de afrontarlos. Por ejemplo, en Ecuador, aunque sufren situaciones duras, no se quejan y asumen su suerte con otro talante.

¿Qué tienen más peligro, los animales salvajes o los políticos?

No creo que los animales se levanten por la mañana con la intención de encontrar a un humano para hacerle daño. Algunas veces puede ocurrir, pero de forma accidental. Desgraciadamente creo que sí hay políticos que son retorcidos y perversos, y cuyo trabajo es perjudicar a otras personas. Los humanos son definitivamente más temibles que cualquier animal del planeta.

Después de esos programas, ¿vuelve con ganas a la gran ciudad?

Hay cosas en la ciudad que son estupendas, como la comida, las opciones culturales, poder dormir en una cama cómoda, ver una buena película en televisión... pero te puedo asegurar que viajando he vivido experiencias mucho más interesantes y emocionantes que en Los Ángeles.

Aunque nació en Berlín, es hijo de británicos y posee la nacionalidad británica. Tiene 36 años. Sus trabajos más conocidos en la interpretación son el de Meriadoc Brandigammo, en El Señor de los anillos, y el de Charlie Pace en la serie Perdidos. Actualmente compagina la grabación del programa Buscando Bichos con el rodaje de dos películas.