El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha denunciado este viernes que el Gobierno central tenía "un plan" para integrar las cajas gallegas en entidades foráneas y que recibió "presiones de todo tipo y en todo momento" por parte del Ejecutivo central y del Banco de España, cuando Miguel Ángel Fernández Ordóñez estaba al frente, para que "desistiese" en su apoyo a una unión entre Caixa Galicia y Caixanova.

"La conclusión a la que llegué es que el regulador hizo más política que el control y supervisión que le correspondía", ha sentenciado el presidente gallego, quien ha remarcado que la vía de integrar las cajas gallegas en otras agrupaciones foráneas fue la "única" opción que le trasladó el gobernador del Banco de España.

"Combatimos presiones que recibimos por parte del Gobierno central y del Banco de España, presiones de todo tipo y en todo momento", ha defendido el presidente gallego, quien se ha reafirmado en que él y su Gobierno apostaron por la fusión interna como una alternativa "viable" tras analizar todas las cuestiones técnicas, y ha confesado que "nunca" entendió por qué las instituciones del Estado "se resistían" a esta opción.

Feijóo ha recordado que él mismo se reunió con distintos interlocutores y agentes implicados, con los que se llegó a la conclusión de que la unión de Caixa Galicia y Caixanova "era y podía ser" la mejor solución y que una nueva regulación podía permitir "acabar con su expansión descontrolada".

También permitiría, ha remarcado, que la "mayor transparencia" sustituyese a los "balances inciertos" y dotar de "mayor profesionalización" a los órganos de gobierno para superar "comportamientos personalistas" que "sólo contribuían a incrementar los daños".

En este escenario y pese a insistir reiteradamente en que recibió "presiones en todo momento", ha proclamado que él y su Gobierno "respetaron" el mandato de la Cámara de intentar buscar una fórmula para mantener una entidad "anclada a Galicia". Así se lo trasladaron, ha señalado, a entidades foráneas y a interlocutores "al máximo nivel" del Ejecutivo central y el Banco de España.

En su relato, al tiempo que ha defendido la fusión como la "mejor" opción para cumplir con el "mandato" parlamentario, ha agradecido que los entonces gestores de Caixa Galicia y Caixanova, pese a los "errores cometidos", aceptasen la unión interna. Una decisión que, ha defendido, permite que, a día de hoy, se pueda hablar de una entidad vinculada con Galicia y que haya aún "una opción de futuro".