Condenado a 23 años de cárcel el acusado de asesinar de una paliza a su novia en Otura

La Audiencia Provincial de Granada ha condenado a 23 años de prisión al hombre juzgado por un jurado popular acusado de asesinar de una paliza a la que era su novia, Monica Carrión, en Otura (Granada), el 19 de julio de 2011, cuando ella tenía 18 años, por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con la agravante de parentesco, según ha informado a Europa Press el abogado de la familia, Solimán Ahmed.

La Audiencia Provincial de Granada ha condenado a 23 años de prisión al hombre juzgado por un jurado popular acusado de asesinar de una paliza a la que era su novia, Monica Carrión, en Otura (Granada), el 19 de julio de 2011, cuando ella tenía 18 años, por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con la agravante de parentesco, según ha informado a Europa Press el abogado de la familia, Solimán Ahmed.

El fallo, que puede ser recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJA) y que adelanta este viernes el diario 'Granada Hoy', fija una indemnización de 198.000 euros para los padres de la víctima, a los que el acusado, Javier B.R., no podrá acercarse durante un periodo de 30 años.

También fija una indemnización de 18.000 euros para cada uno de los tres hermanos de Mónica Carrión.

De este modo, la Audiencia Provincial de Granada ha fijado una pena similar a la que solicitaba la familia de Mónica, aunque no admite la agravante de lugar despoblado, según ha precisado el abogado de la familia, que inicialmente está satisfecha con la sentencia y no prevé recurrir el fallo.

Durante el juicio, que contó con un jurado popular que declaró culpable al acusado, éste reconoció que había discutido con la víctima la noche del crimen, aunque no se confesó autor de las lesiones que presentaba Mónica en su cuerpo —más de 200 lesiones— y alegó que se autolesionó.

La Fiscalía solicitó 25 años de prisión para él al considerar acreditado que Javier B.R., mató a Mónica; que lo hizo "a base de golpes"; que su víctima "no pudo defenderse"; y que el presunto asesino no padece ninguna enfermedad mental ni estaba afectado aquel día de la ingesta de alcohol y drogas, en contra de lo que defendía su letrado.

Según sostuvo el Ministerio Público, el mismo día de su muerte, Mónica escribió a las 14,06 un mensaje de texto al móvil del acusado en el que le decía que quería "dejarlo" porque "ya no aguantaba más". "Vamos a acabar ya con esto", le escribió. Sin embargo, Javier "no lo acepta" y decidió "arreglárselas" para encontrarse e intentar reconciliarse con la joven, con quien pasó la tarde.

Tras marcharse en el coche con él, decidió llevarla a un descampado. Una vez allí, y dentro del coche comenzó una "discusión" con la joven y Javier empezó a agredirla en el interior del vehículo, hasta que Mónica logró salir, "porque no tenía otra escapatoria". Sin embargo, Javier la siguió golpeando, hasta en 200 ocasiones, dos de las cuales fueron las que la dejaron sin posibilidad de defensa y provocaron su muerte, datada por los forenses entre las 21,30 y las 22,00 horas.

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