Menos dinero, profesores y plazas: nuevo golpe de Botella a las escuelas públicas de música

  • El pliego de condiciones para el curso que arranca en septiembre incluye nuevos recortes presupuestarios.
  • Las empresas que prestan el servicio, los docentes y los padres de los alumnos acusan al Ayuntamiento de querer acabar con el modelo.
  • Las compañías que gestionan las escuelas públicas de música y danza de la capital se plantean no presentarse al concurso.
  • En 2012 se matricularon 6.200 alumnos y había una lista de espera de 2.000.
Asamblea de profesores de música y padres en la escuela de Arganzuela para tomar medidas contra los recortes en el servicio propuestos por el Ayuntamiento de Madrid.
Asamblea de profesores de música y padres en la escuela de Arganzuela para tomar medidas contra los recortes en el servicio propuestos por el Ayuntamiento de Madrid.
JORGE PARÍS
Asamblea de profesores de música y padres en la escuela de Arganzuela para tomar medidas contra los recortes en el servicio propuestos por el Ayuntamiento de Madrid.

Las 13 escuelas públicas de música y danza de Madrid capital ya no pueden más. Tras acabar el curso a duras penas, el Ayuntamiento les ha asestado un nuevo golpe mediante un nuevo pliego de condiciones (publicado a finales de junio) que, según las empresas que gestionan el servicio, impide mantener el modelo y la calidad.

En 2012, el Ayuntamiento retiró los 3,6 millones que aportaba a Música Creativa y Soto Mesa, las actuales adjudicatarias. La justificación municipal es que este era un servicio "no esencial" y que algunos servicios públicos, en palabras de la alcaldesa Ana Botella, serían "para quien pueda pagarlos".

Esta cantidad suponía dos tercios del coste real del servicio. El resto, hasta llegar a 5,5 millones, lo abonaban los usuarios.  Para compensar el cese de la financiación, el Consistorio propuso triplicar los precios, pero las empresas se negaron y optaron por bajar el salario a sus empleados un 14% de media e incurrir en pérdidas (700.000 euros en el caso de Música Creativa) para no ahuyentar a los usuarios. Finalmente, los precios solo subieron un tercio de lo previsto, pero no impidieron que quedasen plazas libres y que la lista de espera de 2.000 personas desapareciese.

Menos inversión por alumno

Para el curso que viene ya no hay margen de maniobra y Música Creativa y Soto Mesa se plantean no presentarse al concurso.

Si nada cambia, las asignaturas de Lenguaje 3ª Etapa, Agrupación y los talleres se incrementan 1,50 euros al mes (21,50 euros en total). Formación Básica, Lenguaje 2ª Etapa e Iniciación Musical pasan a costar 1,70, 2,50 y 3 euros más, respectivamente (46,70, 21,50 y 33 euros). Educación Especial, por su parte, registra un alza de 6,5 euros (41,50). Formación Instrumental 2ª Etapa solo se encarece 60 céntimos (60,60 euros), la de 3ª etapa se mantiene y solo la Iniciación Instrumental baja (7 euros menos, hasta los 53 euros).

A partir de ahora, el Ayuntamiento no solo deja de pagar los gastos de los centros (agua, luz, gas, calefacción y teléfono por valor de 138.000 euros), sino que impone a las empresas el pago de un canon de 34.000 euros por el uso de las instalaciones. El Consistorio justifica que pueden pagarlo porque los costes de prestar el servicio bajarán de 5,5 millones a 3,6 y los ingresos aumentarán en 700.000 euros por la subida de precios.

Las afectadas aducen que las cuentas de la Administración son una trampa. El incremento de ingresos, explican, solo se alcanzaría suponiendo que se llenen las 6.065 plazas —152 menos— disponibles en todos los tramos, cosa que el año pasado no sucedió. Por otra parte, los 3,6 millones contabilizados como coste suponen una inversión por alumno de 600 euros, cuando el año anterior era de 924 euros. "¿Cómo consigue el Ayuntamiento rebajar los costes? Invitándonos a despedir a los profesores con experiencia y derechos adquiridos", se lamentaba Amelia Caro, directora de Música Creativa.

El pliego, de hecho, elimina los puntos adicionales que recibía las empresas que prometiesen mantener a todo el personal (más de 200 trabajadores) y aumenta del 20 al 30% la importancia de la oferta económica (puntúa más la que consiga un menor coste para las arcas municipales). "Pretenden que lleguen nuevas empresas que contraten a profesores jóvenes y les paguen como si fueran monitores. Quieren acabar con el modelo y convertir esto en talleres, no en escuelas de música y danza", añade Caro.

Las nuevas condiciones no se quedan ahí. El horario se amplía en una hora (de 15.00 a 22 horas en lugar de 16.30 a 21.30), pero desaparecen los planes para usar las escuelas fuera del horario lectivo y se eliminan las actividades complementarias. Tampoco importan ya la formación extra del profesorado o los conciertos gratuitos para estudiantes. En su lugar, se valorará más a las adjudicatarias capaces de dar entre 8 y 40 becas a los alumnos, siempre que el dinero salga de su propio presupuesto.

"No queremos que baje la calidad"

El pasado viernes, padres de alumnos y profesores celebraron una asamblea en una de las aulas de la escuela de Arganzuela. En ella acordaron enviar al Ayuntamiento un manifiesto exigiendo el mantenimiento de estos centros en condiciones dignas.

"No queremos que baje la calidad. El año pasado hubo padres que tuvieron que sacar a sus hijos porque no les llegaba el dinero", denuncia Ignacio Vigueras, presidente de la asociación de alumnos y con una hija que estudia piano. "Nos bajamos el sueldo y ahora no sirve para nada. Tenemos muchas posibilidades de irnos todos a la calle", se queja el director de una de las escuelas.

Para Pilar Lago, profesora de la Universidad de Educación a Distancia (UNED) y miembro del Colegio Profesional de Pedagodos y Psicopedagogos de Madrid, el deterioro de la enseñanza musical supone un perjuicio importante para los alumnos: "La música es física y matemáticas. Ayuda a desarrollar la comprensión, la comunicación y las emociones. Sin ella, los niños están más cerca del aislamiento".

Otro bocado a lo público

Este es un nuevo escalón en la política de ahorro y recortes del Ayuntamiento de Mdrid. Ana Botella ha ampliado del 2% al 21% el número de ancianos que pagan por la teleasistencia. Los polideportivos y piscinas, que sufren falta de conservación y material, han subido un 10% de media y hasta un 25% en algunos casos. La alcaldesa está privatizando su gestión. Los madrileños pagan más por la tasa de basuras a pesar de que ya no se recogen los cubos todos los días. También cuestan más los parquímetros (+9%) y el IBI (+6,7% de media). Además, hay un plan municipal para vender pisos públicos, solares, plazas de aparcamiento y hasta cuadros para poder sufragar la deuda.

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