Inasa dice que la existencia de un "presunto inversor" para la fábrica de Irurtzun era un "mero espejismo"

La compañia reanudará "de forma inmediata el desmontaje y entrega de la maquinaria al comprador"

Inasa Foil Irurtzun ha afirmado que "el presunto inversor" del que se ha venido hablando en las últimas semanas para la fábrica navarra "ha resultado ser un mero espejismo y un burdo intento de manipulación de la buena fe de los extrabajadores" de la compañía.

En concreto, la empresa ha señalado que "el presunto inversor presentado por la consultora intermediaria no ha acreditado la más mínima capacidad financiera para revitalizar la empresa, ni un historial de adquisiciones de empresas, ni un plan industrial, ni referencias de terceros que prueben su solvencia, nada en absoluto".

Por este motivo, Inasa ha anunciado en un comunicado que, "con el visto bueno de la administración concursal", reanudará "de forma inmediata el desmontaje y entrega de la maquinaria al comprador".

La compañía ha indicado en un comunicado que "la información obtenida y remitida al juzgado de lo mercantil de Pamplona sobre el inversor prueba que se trata de una sociedad dirigida por un paquistaní, creada hace unos meses con 21.000 francos suizos de capital social, y con todo el aspecto de ser un mero 'testaferro' en una operación especulativa".

A pesar de que INASA lo requirió en diversas ocasiones, "dicha empresa ni la consultora han sido capaces de aportar ningún plan industrial, ni indicios sobre su capacidad industrial y económica para sacar adelante la revitalización de la planta", ha agregado.

Según ha explicado la compañía, "se han limitado a hablar y enviar escritos sin fundamento para originar confusión, demostrando que el único interés era torpedear la ejecución de la de venta de parte de la maquinaria aprobada en su día por el juzgado de lo mercantil".

La empresa se ha preguntado "quién pretende beneficiarse de ello" y ha afirmado que "lo que sí está claro es que el importe de la venta de la maquinaria irá a satisfacer los créditos de los acreedores, pues este el fin de la Ley Concursal, tal como lo ha declarado el juzgado de lo mercantil de Pamplona en un reciente auto".

Ha destacado que durante más de dos semanas Inasa y el comprador de la maquinaria detuvieron las operaciones de desmontaje y entrega del material, "a la espera de que el 'inversor' desvelara con claridad con qué medios y con qué plan industrial se presentaba para reactivar una industria que carece de clientes y que requiere de muchos millones de euros para volver a ponerse en marcha".

Inasa ha indicado que "la generación artificial de falsas esperanzas de reactivación industrial ha sido un acto irresponsable que consiguió provocar inicialmente una reacción social comprensible, pero los hechos han demostrado que en el fondo no hay sino humo y seguramente intereses privados, nada claros".

En esta línea, la compañía ha señalado que el 13 de junio solicitó una reunión con la vicepresidenta primera del Gobierno foral, Lourdes Goicoechea, "para aclarar la situación y conocer la realidad del proyecto de revitalización, que no ha tenido respuesta alguna, señal clara de la prudencia y las serias reservas que el Gobierno Navarro tenía sobre la seriedad del inversor y su 'proyecto".

Además, Inasa ha indicado que "las partes afectadas por el paro de la operativa de entrega de materiales a su nuevo dueño, están estudiando la posibilidad de emprender acciones legales por los daños ocasionados".

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