Los más de 50 millones de pañales generados para el uso de los 23.149 bebés asturianos, de entre 0 y 3 años, suponen más de 10.000 toneladas de residuos anuales, según ha informado un estudio de impacto medioambiental de Biobaby, una empresa de fabricación de pañales biodegradables.

A nivel nacional, esta cifra aumentaría a más de 900.000 toneladas anuales, cantidad que llenaría el estadio Santiago Bernabéu dos veces con pañales sucios. Es decir, un niño en sus tres primeros años de vida, genera unos desperdicios 500 veces superiores a su peso al nacer.

El estudio de Biobaby ha reflejado el gran desconocimiento de esta problemática medioambiental, pues el 85 por ciento de los padres no aprecia el impacto de los pañales de sus hijos en el entorno por no saber los materiales de fabricación de estos productos.

Una encuesta de la misma empresa a 600 padres ha mostrado que un 49 por ciento identifica la celulosa, material orgánico, como el principal componente de los pañales. Sin embargo, casi el 50 por ciento de los encuestados desconoce que el pañal contiene productos derivados del petróleo (polipropileno, polietileno, elásticos, adhesivos y plásticos), altamente contaminantes.

Pañal biodegradable

En esta línea, el estudio de BioBaby ha recogido que los padres valoran positivamente que el pañal de sus hijos esté fabricado a partir de materiales biodegradables. Tal es así, que esta cualidad está dentro de los cinco factores más buscados a la hora de elegir un pañal, junto a la calidad y el cuidado de la piel del bebé.

A pesar de que el 87 por ciento del pañal usado son residuos orgánicos de fácil y pronta descomposición (celulosa y excrementos), el resto es altamente nocivo para el entorno. Según estudios internacionales, los materiales de los pañales convencionales tardan de 300 a 400 años en descomponerse frente a los materiales biodegradables que lo hacen en un período de entre tres y seis años.