El conductor que salvó a un hombre de un tiroteo dice que no se lo pensó "pero tuvo miedo"

Un conductor de la línea 118 de la EMT de Madrid salvó a un ucraniano de volver a ser tiroteado por el hombre que lo perseguía al ofrecerle refugio en el autobús y llevárselo a lugar seguro, desde donde llamó a los servicios de emergencia.
Un conductor de la línea 118 de la EMT de Madrid salvó a un ucraniano de volver a ser tiroteado por el hombre que lo perseguía al ofrecerle refugio en el autobús y llevárselo a lugar seguro, desde donde llamó a los servicios de emergencia.
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Un conductor de la línea 118 de la EMT de Madrid salvó a un ucraniano de volver a ser tiroteado por el hombre que lo perseguía al ofrecerle refugio en el autobús y llevárselo a lugar seguro, desde donde llamó a los servicios de emergencia.

El conductor de la línea 118 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que recogió el jueves a un hombre herido para evitar que fuese tiroteado por otro ha explicado este viernes que no se lo pensó mucho porque la víctima estaba muy débil y en peligro, pero ha reconocido que él y los pasajeros pasaron "mucho miedo".

El jueves sobre las 21:30 horas el conductor bajaba por la calle General Ricardos de Carabanchel con unos siete pasajeros a bordo cuando vio a un hombre que iba andando hacia su vehículo por el carril bus, manchado de sangre y taponando con la mano una herida en el pecho, mientras otro parecía seguirle.

Así lo ha relatado este viernes a la prensa el denominado por algunos vecinos de la zona en la que ocurrió el suceso como "conductor héroe".

"Yo le pité para que se apartara. Iba muy débil, le iba a alcanzar el otro y le podían atropellar", ha recordado, por lo que volvió a hacer sonar el claxon. En ese momento el herido se dirigió hacia el autobús y él decidió abrirle la puerta delantera, mientras el hombre que le perseguía llegaba a la de atrás.

El conductor ha relatado que pasó "mucho miedo". "Tomas una decisión en décimas de segundo; nunca sabes lo que puede pasar, ni las consecuencias que puede tener, pero si no lo hubiera hecho sería una omisión de socorro, y además no sé lo que habría pasado", ha explicado.

Poner a salvo al rescatado

A continuación el chófer condujo hasta la cercana Glorieta de Marqués de Vadillo, saltándose los semáforos y atravesando un jardín, para poner a salvo al rescatado y al resto de pasajeros. No paró hasta que vio a unos vigilantes de seguridad y le dijeron que el presunto agresor había huido en otra dirección.

El chófer ha querido restar importancia a su actuación, ya que según ha dicho se trata de una hazaña que protagonizaron también los pasajeros que iban con él, que rápidamente atendieron al herido, taponándole la herida y diciéndole que se iba a recuperar, hasta que llegaron la Policía y el Samur.

Ha recordado que la víctima lo único que decía es que le dolía mucho y que le hicieran una foto al agresor. Por esta intervención ha recibido ya la felicitación de la alcaldesa, Ana Botella.

En el lugar en el que ocurrió el suceso también ha hablado este viernes uno de los policías municipales que detuvieron al agresor, que estaba junto a varios compañeros en el dispositivo de seguridad del concierto de Bon Jovi que se celebraba en el estadio Vicente Calderón y que recibió un aviso por la emisora.

La detención del agresor

Los agentes tenían la descripción detallada del agresor que les dio el conductor y le localizaron unos veinte minutos después en la cercana Avenida del Manzanares.

Se acercaron a él con precaución "porque había mucha gente e iba armado", pero el perseguido "se derrumbó, levantó las manos y dijo que había sido él".

Llevaba un arma "rudimentaria, de fabricación casera, pero utilizable totalmente", que tenía la peculiaridad de que solo disparaba un cañón cada vez, y contó a los agentes que había disparado contra la víctima porque tenía problemas y "no quería seguir así", ya que "le hacían la vida imposible".

Fuentes de la investigación han explicado que posteriormente aseguró que tanto él, de 59 años y nacionalidad rusa, como el herido, ucraniano de 45, pertenecían a la mafia rusa y él quería salir de ese círculo.

La víctima fue trasladada al hospital Gregorio Marañón con una herida de bala en el hemitórax derecho, con orificio de entrada pero no de salida, que le causaba una abundante pérdida de sangre, según ha relatado el jefe de guardia del Samur la noche del jueves, Alberto San Juan.

La herida le afectó a órganos internos como el pulmón y hígado y fue operado nada más llegar al hospital.

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