Comer en Asturias: las maravillas del mar y la montaña

Asturias lo tiene todo, y si no es así, al menos lo parece. Y en gastronomía no es menos cierto. Del mar a la montaña, la despensa asturiana es completa y sabrosa. Y para acompañarla, a falta de buen vino, siempre tendremos la sidra.

Dicen los asturianos, y no solo ellos, que la sidra –de baja gradación alcohólica, unos 5 grados, y refrescante– es una bebida natural y sana. Incluso, se dice que si se toma con moderación protege contra la arteriosclerosis y los cálculos renales. Existen 22 variedades de manzanas autorizadas para hacer verdadera sidra asturiana. De ello se ocupa, desde 2002, el Consejo Regulador de la D.O. Sidra de Asturias.

Decidido qué beber, vayamos con el comer. Empecemos por el mar. Asturias cuenta con más de 300 kilómetros de costa, que hacen de la región un espacio profuso de pescados. Con patatas, cabracho y bejel se prepara el pote marinero, que también puede ir acompañado de merluza, por ejemplo.

Y de mariscos. En Asturias es muy común comer ostras, ya sean solas o con un chorro de zumo de limón.

Si echamos pie a tierra y buscamos mesa una de las mejores opciones es la fabada. Es tan contundente como sabrosa. Las fabes (judías grandes) van acompañadas de jamón, lacón, tocino, chorizo y morcilla; todos ingredientes asturianos.

Del mismo origen derivan las fabes con almejas, con rabo de toro o con tropiezos de marisco. La fabada le ha dado a Asturias la fama casi universal de la que hoy goza. Hoy ya es una conserva que se puede comprar en muchos países del globo.

El punto y final (o principio) son los quesos. Asturias es una de las zonas de mayor producción quesera en España. El más conocido de todos los quesos es el cabrales,  con Denominación de Origen, de pasta azul, graso y semiduro.

Pero tras el cabrales nos llega el aroma de otros muchos. Como el afuega el pitu  (también con Denominación de Origen), de color blancuzco o naranja, con forma de cono truncado o de calabaza. Su sabor es ligeramente ácido y muy poco salado, aunque los más rojos suelen ser más picantes y fuertes.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!