Unas declaraciones que no coinciden con las de su compañera de partido y presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Aguirre ha lamentado que la embajada cubana pidiera ayuda a la sanidad madrileña "para el dictador Fidel Castro" y se preguntó "qué ocurrirá con el resto de los habitantes de la isla" si tienen que actuar así para tratar la enfermedad de quien se considera "primer cubano".Según la presidenta regional, la embajada cubana "entró en contacto" con el doctor García Sabrido solicitándole sus servicios en la isla, que fueron autorizados por el gerente del Gregorio Marañón "con los gastos íntegramente sufragados de manera externa a la Comunidad de Madrid."

Por su parte, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, confirmó ayer que García Sabrido se desplazó el pasado jueves a La Habana para valorar el estado de salud de Fidel Castro y estudiar la pertinencia de realizarle una intervención.

Según confirmó el responsable de la Sanidad madrileña, el Ejecutivo regional seguirá "dando el apoyo, los medicamentos y la asistencia que el Gobierno cubano pueda demandar en cada momento", ya que, recordó Lamela, "el auxilio en materia sanitaria es una obligación internacional".