Un grupo de mujeres de la barriada malagueña de Los Asperones, en la capital, han participado en un curso de cocina que tiene como objetivo procurar una correcta alimentación a los hijos de las alumnas, todas de etnia gitana y que suponen el sustento de sus familias monoparentales y que tienen a su cargo al menos a dos menores.

El delegado territorial de Salud y Bienestar Social, Daniel Pérez, ha asistido a las clases y ha conocido a las usuarias de este programa, cuyos hijos acuden al comedor escolar de lunes a viernes, y que carecen de recursos materiales y formativos para procurarles una alimentación sana.

Con este curso las mujeres han obtenido la formación necesaria para alimentar de forma saludable a los menores, al tiempo que se ha garantizado las necesidades alimenticias de los mismos durante las cenas y los fines de semana, ya que estas madres se han podido llevar los alimentos cocinados durante el curso para sus familias.

Pérez ha incidido en la importancia de este programa, que radica en localizar a aquéllas que realmente tienen estas necesidades, "mujeres gitanas que carecen de formación y cuyas parejas se encuentran ausentes, por lo que ellas se convierten en el motor de sus familias con varios hijos e hijas a su cargo".

En el programa, desarrollado por la entidad Chavorrillos mediante una subvención anual, participan 10 mujeres, que se distribuyen en dos pretalleres con una duración de tres meses cada uno. El primero, que finaliza este viernes, se inició en el mes de abril y el segundo comenzará en el mes de septiembre con las usuarias que ya están seleccionadas.

La barriada de Los Asperones se considera Zona con Necesidades de Transformación Social al igual que otras tres barriadas más en la capital malagueña: La Corta, Palma-Palmilla y Cruz Verde. Son espacios urbanos claramente delimitados en cuya población concurren situaciones estructurales de pobreza grave y marginación social, han recordado desde la Junta.

El Gobierno andaluz, han apuntado, actúa en estas zonas con necesidades financiando proyectos dirigidos a una actuación integral. En este sentido se invirtió en la provincia el pasado año cerca de 520.000 euros.