El PP ha rechazado sendas resoluciones en las que el Grupo Socialista y el Mixto solicitaban la retirada del Plan de Racionalización del Transporte Ferroviario y su negociación con el Ejecutivo central en el primer caso y el inicio de conversaciones por parte de la Junta para revertir el cierre de líneas en el segundo.

En concreto, la propuesta de resolución socialista, que sí ha contado con el apoyo del Grupo Mixto, contemplaba instar a la Junta a que, "con la finalidad de no agravar más el aislamiento al que se ven sometidos muchos municipios de la Comunidad", pidiera al Gobierno la retirada del Plan de Racionalización del Transporte Ferroviario aprobado por el Consejo de Ministros el 28 de diciembre de 2012.

Todo ello, según los socialistas, con el fin de poder iniciar un proceso de diálogo y acuerdo con las comunidades autónomas, ayuntamientos y organizaciones sociales con el objeto de "garantizar que las obligaciones de servicio público de transporte ferroviario atiendan adecuadamente el derecho de los ciudadanos a la movilidad y a los objetos de cohesión y vertebración territorial".

De la misma forma, la resolución recogía instar al Gobierno, como responsable de Renfe y Adif, a que no se cierren talleres, bases técnicas ni logísticas en la Comunidad, de manera que "se pueda mantener la actividad ferroviaria actual y se garanticen los puestos de trabajo".

Por su parte, la resolución presentada por el procurador del Grupo Mixto y coordinador de IU en la Comunidad, José María González, que han apoyado los socialistas se planteaba instar a la Junta a iniciar las negociaciones con el Gobierno para "revertir el cierre de líneas ferroviarias" en Castilla y León y la "eliminación de algunos de los trayectos y frecuencias de los trenes" convencionales.

A juicio de González, según se recogía en la resolución, estos convoyes desempeñan "un servicio público esencial para la movilidad de los ciudadanos y para la cohesión social en toda la Comunidad".