Grande-Marlaska aboga por la prevención para luchar contra la corrupción y defiende "órganos judiciales especializados"

Apuesta por "la inoculación" de valores como la defensa de una administración "fuerte, seria y potente"
Fernando Grande-Marlaska
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EUROPA PRESS
Fernando Grande-Marlaska

El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska Gómez, ha abogado este jueves por la importancia de la "prevención" con la "inoculación de valores" como la legalidad y el "orgullo de prestar un servicio público" desde la administración para luchar contra la corrupción, al tiempo que cree necesarios "órganos judiciales especializados" al respecto.

Así lo ha manifestado, a preguntas de los medios, tras impartir la ponencia 'Remedios penales frente a la corrupción' en el marco del curso 'Corrupción y crisis institucional' de la Escuela de Verano del Poder Judicial que se celebra en el Pazo de Mariñán, en la localidad coruñesa de Bergondo.

Grande-Marlaska ha comentado que "la corrupción y la delincuencia que le es anexa", normalmente delincuencia organizada y económica, según ha precisado, "exigen órganos especializados dentro del Ministerio Fiscal, como de los órganos judiciales, que realmente conozcan y sepan de esa realidad criminal y, en tal sentido, puedan actuar eficazmente contra la misma". "Creo que hay que tener órganos judiciales especializados", ha abundado.

De este modo, ha considerado que "siempre que haya órganos especializados" judiciales, en el ámbito de la Fiscalía o de la Policía, la lucha con la corrupción "va a ser más eficaz necesariamente". Así, ha afirmado que "siempre va a haber dentro de la sociedad una satisfacción mayor por el funcionamiento de la propia administración" ante conductas de esa realidad.

En esta línea, el juez ha sostenido que la vía penal "es el último remedio contra la corrupción", aunque ha matizado que "la penal siempre tiene que existir en algún momento contra las conductas más graves".

"conductas desviadas"

"Por mucho que se puedan establecer principios, valores, inocularlos dentro de la educación, de la cultura de todos, y generar una administración potente y sustentada en el principio de legalidad, y con orgullo de ser administración pública y prestar ese servicio, siempre va a haber conductas desviadas, penalmente relevantes, y habrá que lucharlas", ha sostenido.

No obstante, ha reiterado que "lo importante" es "la prevención; la inoculación de estos valores, de legalidad, de una administración fuerte, seria y potente, con orgullo de prestar un servicio público". "Eso es esencial para luchar contra la corrupción; es decir que al corrupto se le vea muy mal", ha sentenciado Grande-Marlaska.

De este modo, ha hecho hincapié en que "lo importante es la creación de una cultura en determinados valores" y llegar "a la conclusión de que sean mal vistos" los corruptos y "si te cruzas a uno que te cambies de acera". "Y nunca intentar compartir esos valores, ni incluso ya sea vía del silencio, sino ser muy activos", ha defendido. "Igual que se es activo contra terrorismo, igual contra la corrupción, que es un mal de una importancia y trascendencia relevante, capaz de socavar los principios de la sociedad", ha sentenciado.

"Hagámoslo todos, todos somos sociedad civil, tampoco tienen que hacer todo por nosotros. Seamos activos", ha abogado para luchar contra la corrupción. También ha defendido el orgullo de la administración porque, aunque la situación "no está bien, no hay que ser pesimistas". "Lo que reivindico es que todos somos capaces, con nuestro esfuerzo y trabajo, y con el orgullo de los que pertenecemos a la administración y que tenemos muy claro lo que es el servicio público, creemos que es posible cambiar las cosas desde dentro de la administración", ha manifestado.

Mismo empeño

Preguntado sobre si se pone el mismo empeño en luchar contra este tipo de delincuencia que contra el terrorismo y el narcotráfico, Grande-Marlaska ha asegurado que no tiene "ninguna duda".

"Este tipo de delincuencias son de las más graves, que socavan los valores de un Estado de derecho, ese valor de justicia, solidaridad, de realización de libertad y seguridad", ha argumentado, para advertir de que "esas delincuencias se inoculan en la administración y lo corrompen todo". "No sólo los órganos judiciales, todos ponemos el empeño máximo por la gravedad, el máximo empeño en luchar contra este tipo de delincuencia", ha concluido.

COOPERACIÓN

Cuestionado sobre por qué hay procesos que se prolongan años, ha aclarado que "las investigaciones e instrucciones son complejas" y existen "unas sencillas que se pueden hacer en poco tiempo" y otras dentro de la delincuencia económica que "necesitan cooperación de muchos países" para indagar cuentas corrientes, testaferros y entramados societarios en los paraísos fiscales, "que no se puede hacer de hoy para mañana".

En este sentido, ha apostado por que desde el punto de vista de la cooperación internacional "haya mayor implicación de todos los países y que la cooperación sea una realidad" y se trata de "un problema a nivel global". Y, tras apostar por "intentar remover cualquier tipo de obstáculo para que tenga una respuesta en tiempo suficientemente importante", ha concluido que "para que realmente sea eficaz, la respuesta tiene que ser en un tiempo oportuno".

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