Las obras de demolición del estadio de San Mamés continúan a buen ritmo y se espera que en próximas fechas pueda ser retirado el emblemático arco, instalado en marzo de 1953 para soportar un grada que ya ha desaparecido.

Esta mañana, los operarios empleaban cortachapas para retirar la cubierta de la tribuna principal, paso previo para descender el arco, que será dividido en tres partes, de casi 40 metros cada una, para facilitar su desmontaje. Una vez en tierra, las piezas serán trasladadas en un transporte especial a un lugar aún por especificar.