La exconsejera, exministra y actual vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Magdalena Álvarez, ha apoyado la creación de un Instituto Público de Crédito Andaluz, y recordó su apuesta por la llamada 'caja de ahorros única andaluza', sobre lo que espera que en la tramitación y elaboración de dicho instituto "se intente no cometer aquellos errores que se cometieron" hace 15 años cuando se debatía sobre esa entidad única andaluza, que, a su juicio, "hubiera supuesto una herramienta clave para que Andalucía hubiera resistido mejor la crisis que nos azota".

Álvarez ha apuntado los principios de "transparencia y profesionalidad" para regir dicho Instituto, y ha recordado la apuesta que ella efectuó en su día como consejera por la llamada 'caja única andaluza' y que no se materializó.

En su comparecencia ante el grupo de trabajo en el Parlamento andaluz sobre la creación de un Instituto Público de Crédito Andaluz, Álvarez ha explicado el funcionamiento del BEI y ha puesto esta experiencia del llamado 'brazo financiero de la UE', de ejemplo y modelo para poder aplicarlo al ámbito regional al futuro Instituto.

Asimismo, se ha mostrado "favorable" a la creación de entidades de crédito público andaluzas y ha recordado su apuesta por la llamada ' caja de ahorros andaluza', que, a su juicio, "hubiera supuesto una herramienta clave para que Andalucía hubiera resistido mejor la crisis que nos azota". "Han pasado 15 años de aquello y ha tenido que pasar ese tiempo para que ahora se tome conciencia de la importancia de esos debates sobre una entidad pública andaluza", ha agregado.

Se ha mostrado sorprendida por que "muchos que estaban en contra ahora resulta que están a favor, se han olvidado de lo que pensaban antes", tras lo que lamenta que "en aquellos tiempos mi opinión no valió nada" y alude a "la falta de memoria de algunos".

"Yo dice entonces que era una buena idea crear un órgano financiero, lo propuse hace 15 años, pero no pudo ser por falta de apoyos, me hubiera gustado tenerla en otra época, pero hemos perdido un tiempo precioso entre todos, con la voluntad de consenso de todos", ha aseverado Álvarez, quien, tras recordar que "agua pasada no mueve molinos", considera que ahora "se debe intentar no cometer aquellos errores que se cometieron al interpretar entonces de forma torticera algo que solo era una propuesta para la mejora de la economía".

No obstante, deja claro que este Instituto "no tiene nada que ver" con el antiguo proyecto de 'caja única', de forma que le parece bien la idea y las formas del Instituto, toda vez que insiste en que "Andalucía necesita una espina dorsal financiera para desarrollarse".

En ese sentido, ha valorado la necesidad de que exista un sector financiero público para luchar contra la exclusión, financiando determinadas iniciativas a través de los llamados microcréditos, que "articule soluciones y desarrolle mecanismos para corregir ciertas cuestiones, algo que se hace mas patente en las circunstancias".

Tras apuntar que una entidad financiera pública permite "corregir fallos del mercado y otorga mas estabilidad frente a oscilaciones cíclicas y los vaivenes del mercado", Álvarez cree que es "vital que se actúe inyectando recursos financieros a la economía, que está estrangulada por falta de liquidez". Apunta que "la falta de crédito constituye un factor de estrangulamiento, y la liquidez es a la economía como el oxígeno a los enfermos".

Magdalena Álvarez considera que el futuro Instituto "debe identificar los sectores estratégicos para su financiación, cuales serán las prioridades para definir la entidad, ver hacia donde dirige los esfuerzos, facilitar microcréditos, hacia empresas o hacia otras cuestiones, de forma que se concentren los esfuerzos en los problemas más importantes". En ese punto, indica que "se debe concretar el impacto sobre los agentes económicos y la incidencia territorial".

Asimismo, ha resaltado en varias ocasiones la importancia de que los objetivos de la nueva entidad que se cree "estén adaptados a las disponibilidades económicas, pues los recursos son limitados, por lo que hay que reducir y limitar los objetivos en los que nos vamos a centrar y no dispersarnos". "No se debe abarcar grandes o indefinidos objetivos sino adaptar los objetivos a la realidad financiera; se debe ser selectivos", ha agregado Álvarez, quien considera que "la capacidad del Instituto para incidir en la situación financiera dependerá de su dimensión y del volumen de recursos que pueda poner a disposición de agentes económicos; si tiene objetivos demasiados ambiciosos o muy dispersos se puede limitar la eficacia de su actuación".

"Los objetivos deben adaptarse a los medios disponibles y si abrimos el foco de actuación el efecto se diluye", ha insistido, quien apunta que "conforme la entidad financiera vaya ampliando actividad pueden determinarse dotaciones adicionales".

Además les ha apuntado la necesidad de que el nuevo Instituto "decida sobre cómo captará recursos, el proceso de 'fondeo'", siendo "rigurosos con su uso" y examinando otras formas de captación de fondos.

Álvarez también ha destacado la importancia del "buen gobierno" en esta entidad, que debe estar presidida por la "profesionalidad y transparencia".

También apunta la necesidad de "la solvencia de los accionistas, que determina la calidad de la institución, medida en términos de rating, y condicionará su acceso a la financiación en condiciones favorables", tras lo que ha resaltado los "instrumentos innovadores de financiación existentes y que se aplican en el BEI, como los fondos reembolsables".