Condenado a 107 años de cárcel tras incendiar la casa en la que vivía su mujer, que murió calcinada

En el domicilio también se encontraban su hija de 22 meses y varios familiares, que resultaron con importantes lesiones

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 107 años de prisión a un hombre que prendió fuego a la vivienda en la que se encontraba su mujer, que falleció a consecuencia de las heridas, junto a una hija de corta edad fruto de esta relación, además de otras dos de una relación anterior y varios familiares, a sabiendas de que les sería difícil escapar puesto que el domicilio, en la Línea de la Concepción (Cádiz), se encontraba blindado por temor a sus amenazas.

Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, Juan M., mantenía una relación análoga a la matrimonial con Josefa, de la que nació una hija, casándose posteriormente. Desde entonces, fue "constante" y "continuado" el acoso, hostigamiento y malos tratos que ejercía contra su mujer, a la que llamaba despectivamente "guarra" o "puta", infringiéndole asiduamente actos de violencia física y amenazas del tipo "te voy a matar".

Este tipo de comportamiento también lo recibían todos los miembros de la familia, que vivían "asustados", llegando en muchas ocasiones a requerir a miembros de su familia para no permanecer en solitario en la vivienda por miedo.

La víctima decidió denunciar los hechos en 2008 tras un día en el que, encontrándose dormida y tras decirle al despertar que no quería compartir la cama con él, éste "le restregó en la cara cardos borriqueros hasta hacerla sangrar". El juzgado dictó entonces una sentencia condenatoria de alejamiento, aunque el acusado continuó hostigando, llegando en varias ocasiones a acceder a la casa mientras todos dormían. Esto motivó que apuntalasen la puerta de la casa, además de poner rejas en las ventanas, "por miedo".

Además, las dos hijas de una relación anterior de Josefa que también vivían en el domicilio familiar recibían las mismas amenazas de que las iba a matar y de que iba a quemar la casa "con todos dentro".

Tras "recrudecer" su actitud, y ante las numerosas intervenciones policiales, Josefa presentó una nueva denuncia en los juzgados, siendo condenado nuevamente por un delito de quebrantamiento de la orden de alejamiento y por agresión, imponiéndole dos años de prisión por estos hechos.

A pesar de ello, continuó con su actitud hasta llegar al 19 de junio de 2009, cuando decidió apostarse en la puerta de la vivienda durante todo el día, lanzando botellas y piedras a la casa. En un momento dado, manipuló el cuadro eléctrico del edificio para dejar a la vivienda sin luz, momento que aprovechó para golpear con una llave inglesa a su mujer.

Durante la madrugada, según se detalla en la sentencia, el condenado no dejó de gritar "la casa es mía y la tengo que quemar con todos dentro", hasta que a las 8,00 horas "y con el ánimo de acabar con sus vidas" —su mujer, las tres hijas y un familiar— accedió a la vivienda "aprovechando el cansancio que acumulaban" y originó un foco de incendio con productos aceleradores como gasolina, una bombona de butano o ruedas de coche.

Al percatarse Josefa del fuego, salió a la ventana y alcanzó a ver cómo el condenado se marchaba al bar diciendo "os vais a quemar todos", no pudiendo ésta salir de la misma al encontrarse tapiada la puerta y con rejas en las ventanas. La Policía tampoco pudo acceder a su interior.

Así, Josefa murió poco después "por asfixia tras inhalar gases tóxicos y por las graves quemaduras" que presentaba. La pequeña de 22 meses, hija de ambos, pudo ser salvada a través de las ventanas gracias a su pequeño tamaño, aunque presentaba quemaduras en más de un veinte por ciento de su superficie corporal.

Por su parte, otra de las hijas resultó con quemaduras en el 45 por ciento de su cuerpo; mientras otra de ellas presenta desde entonces un cuadro de ansiedad. Otros dos familiares que también se encontraban en el domicilio resultaron con lesiones leves; además de cinco Policías Nacionales y un Bombero que trataron de ayudarlos.

Según consta en la sentencia, además, el incendio fue "de tal magnitud" que puso "en grave peligro" a los residentes y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que intervinieron en los hechos, debido a la estrechez de las calles y los materiales "altamente combustibles" con los que están fabricadas.

107

Años de cárcel

Por tales hechos, la Audiencia Provincial lo ha condenado a 107 años de prisión, aunque el máximo que cumplirá serán 25 años según lo dispuesto en el Código Penal.

Ha sido condenado por los delitos de violencia habitual, quebrantamiento de condena, amenazas, incendio, delito consumado de asesinato y otros cuatro de asesinato en grado de tentativa.

En prisión desde junio de 2009, el condenado tampoco podrá ejercer la patria potestad durante cinco años, además de tener prohibida la entrada en La Línea de la Concepción.

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