El exconselleiro de Economía e Facenda con el gobierno de socialistas y nacionalistas que presidía Emilio Pérez Touriño, José Ramón Fernández Antonio, ha asegurado que los balances de las cajas gallegas —Caixa Galicia y Caixanova— en 2008 mostraban "coeficientes de solvencia superiores a los exigidos" y ha asegurado que, en las conversaciones con el Banco de España, el regulador "en ningún momento expresó ninguna preocupación especial que hubiesen transmitido".

Así lo ha asegurado en la que constituye la tercera comparecencia de la jornada en el arranque de la comisión de investigación de la fusión de las cajas gallegas, y en la que supone el primer exconselleiro que comparece en la Cámara autonómica. Durante su intervención, Fernández Antonio también aseguró que los informes de las auditorías y las cuentas anuales de 2008 aprobadas (dejó el gobierno en abril de 2009) mostraban "un coeficiente de solvencia holgadamente establecido por el Banco de España".

Además, y a preguntas del diputado popular Pedro Puy, afirmó que durante su mandato no tuvo ninguna conversación, tampoco con otras entidades ni con el Banco de España, sobre futuras fusiones de las cajas de ahorros gallegas.

Por otra parte, en respuesta al diputado nacionalista Francisco Jorquera, argumentó que tomó la decisión de no nombrar a ningún representante de la consellería en las comisiones de control de las cajas porque estimó "que no era conveniente ni necesario" y en aras de la "independencia y de no injerencia" en la política financiera. Pero ello, ha asegurado, no significa que no hubiese "seguimiento continuado de las cajas".

En cuanto a la comercialización de participaciones preferentes y subordinadas, Fernández Antonio ha constatado que "hay una grave responsabilidad en el caso en que han sido mal comercializadas" y ha sostenido que "hay suficientes casos que deben alarmar". Así, al respecto de que la mayor parte del dinero permanece atrapado en las entidades nacionalizadas, ha señalado que "el dinero público, si tiene que salvar a alguien primero, tiene que salvar a las personas y no a los bancos".