El presidente de Siria, Bachar al Asad, ha evitado este domingo la celebración del primera moción de censura en la legislatura por la gestión del Gobierno de la grave situación económica que acucia al país, golpeado por la guerra civil desde marzo de 2011.

La oposición han criticado la ausencia de "intervención estatal" sobre la economía para controlar los precios y los tipos de cambio. El precio de la comida y los medicamentos ha incrementado de forma exponencial, al tiempo que se agrava la escasez de bienes de primera necesidad en las principales ciudades.

La fuerte caída de los tipos de cambio y el acentuado gasto militar están vaciando a un mayor ritmo de lo previsto las reservas nacionales de divisas, algo que ha exacerbado a la bancada opositora.

El ministro de Comercio Interior y viceprimer ministro para Asuntos Económicos, Qadri Jamil, ha pedido más tiempo para afrontar los retos económicos y la escasez de bienes primarios. Además, ha eludido las preguntas de los diputados realizadas en el marco de la investigación sobre la caída "sin precedentes" de los tipos de la lira siria.

El diputado opositor que solicitó la investigación, Maher Hajjar, ha reprochado al ministro sus evasivas, aunque ha pospuesto la presentación de una moción de censura para dar más margen de maniobra al Gobierno de Al Asad, según ha informado la agencia estatal de noticias, SANA.

Hajjar es diputado del Partido Comunista de Siria (PC), que obtuvo ocho escaños —de un total de 250— en las elecciones generales del año pasado bajo la nueva Constitución. Esta formación concurrió a los comicios en una coalición de partidos de izquierda bajo el nombre de Lista de Unidad Nacional. Finalmente, el PC mostró su apoyo al Frente Nacional Progresista, la coalición liderada por Al Asad, si bien ha mantenido una línea crítica con el Gobierno y, en los comicios, denunció numerosas irregularidades.

El viceprimer ministro de Asuntos Económicos ha achacado dicha caída de los tipos a un "error de cálculo" de los datos y ha arremetido contra Hajjar por tratar de "politizar la crisis económica" que atraviesa Siria.

En este sentido, el ministro de Economía, Mohamed Zafer Mhabbak, ha recalcado que la política cambiaria es competencia del Banco Central de Siria. Es más, ha aducido que la coyuntura económica actual es parte de la "guerra impuesta sobre Siria".

La Asamblea Popular de Siria ha aprobado este domingo una ley que impone penas de hasta cinco años de prisión y multas de un máximo de 10 millones de liras sirias (casi 76.000 euros) por entrar ilegalmente en Siria.

En el pleno, el ministro de Justicia sirio, Najm al Ahmad, ha justificado esta medida en la coyuntura actual por la que atraviesa el país, así como por la entrada masiva de extranjeros, según ha informado la agencia estatal de noticias, SANA.

No solo milicianos que acuden a Siria a combatir, sino muchos periodistas se han visto obligados a entrar ilegalmente en el país para informar sobre el desarrollo del conflicto debido al cerrojazo informativo impuesto por el Gobierno de Bashar al Asad.