El ginecólogo Eduardo Vela, quien dirigió la clínica San Ramón de Madrid, se ha desvinculado en su declaración judicial de su implicación en el robo de una niña en 1969 y ha asegurado que si alguien hizo algo sería la matrona, según han informado fuentes jurídicas.

Vela ha comparecido durante cerca de una hora media en calidad de imputado ante el juez titular del Juzgado número 46 de Madrid. Se le acusa de detención ilegal y de falsedad documental. La monja Sor María --fallecida hace unos meses --, a quien se imputó en dos casos, trabajaba a las órdenes de Vela.

Su denunciante es Inés Madrigal, la presidenta de Bebés Robados Región de Murcia y miembro de la Junta Directiva de la Federación Nacional X24 (el mayor colectivo de víctimas de bebés robados y adoptados de España).

Durante la declaración, cuatro policías municipales han escoltado la puerta del Juzgado y han echado a los medios de los pasillos de los Juzgados de Plaza de Castilla. Tras concluir el interrogatorio, el ginecólogo ha salido de la vista bajo la protección de los agentes.

A la salido de los juzgados, el abogado de SOS Bebés Robados, Guillermo Peña, ha señalado que Vela se ha desvinculado del robo de la niña y ha asegurado que no conoce a Inés Pérez, la madre de la denunciante. Sin embargo, sí ha reconocido su firma en los documentos aportados en la denuncia.

Peña no ha querido dar detalles de la declaración después de que el magistrado le haya pedido que sea escueto en sus manifestaciones. Tras reunirse con otros miembros de la asociación, les ha comentado que tenían razón al asegurar que solo la matrona podría haber hecho algo.

Inés Madrigal nació supuestamente el 4 de junio de 1969 en la Clínica San Ramón. La fecha no es segura, puesto que según le ha contado su madre, el propio doctor Vela decidió sobre la marcha y en el último momento el día que figuraría en sus papeles.

El ginecólogo también certificó que había asistido al parto de Inés Pérez que era estéril, y le dio instrucciones de lo que debía hacer con el bebé. Para empezar debían rodearle de botellas de agua caliente y si se presentaba algún problema, no debía avisar a ningún otro médico, que no fuera él.

Antes de que comenzara la declaración, Madrigal ha asegurado que Vela morirá pensando que hizo "obras de caridad y no que cometió delitos de lesa humanidad" en relación a su presunta implicación en el caso de bebes robados en hospitales madrileños.

Además, ha explicado que Vela la entrego a su madre adoptiva "como un regalo" diciéndole que debía "simular el embarazo con cojines y también los síntomas de un embarazo en el pueblo".

"Nunca va a reconocer que la clínica San Ramón fue la clínica del horror", ha asegurado Madrigal, quien ha aseverado no sentirse respaldada por el Gobierno español en "un problema de Estado".

Además, ha adelantado que las asociaciones acudirán a instancias internacionales como las Naciones Unidas y al Parlamento Europeo. "Las asociaciones vamos a instar a los miembros a que se quejen ante la Parlamento Europeo porque no confiamos en la justicia española", concluyó.