Uno de los siete perros que han permanecido aislados en un centro de Numancia de la Sagra (Toledo) tras estar en contacto con el animal afectado de rabia que el pasado día 1 de junio atacó a cuatro menores, será sacrificado "por precaución", ya que aunque estaba vacunado presenta bajos niveles de anticuerpos tras los análisis realizados.

Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de la Consejería de Agricultura que han señalado que este animal, que fue mordido por el perro mestizo que tenía la rabia y atacó a los menores, presenta unos niveles de anticuerpos de 0,18 ui, y padece una enfermedad crónica que le genera inmunodepresión, lo que hace que sus niveles de anticuerpos sean menores.

Aunque este animal, a cuyos dueños —una asociación de animales— ya se les ha comunicado la decisión y se les ha informado de los criterios técnicos y científicos a seguir, estaba vacunado, no se sabe si se inoculará o no el virus, por lo que, por precaución, se le practicará la eutanasia, han destacado las mismas fuentes.

Los resultados de las muestras practicadas a los otros seis perros que fueron aislados por haber tenido contacto "de una u otra forma" con el perro abatido, han dado niveles de anticuerpos vacunales frente a la rabia "muy por encima del mínimo recomendado por la Organización Mundial de Sanidad Animal", que es de 0,5 ui, por lo que si el perro les hubiera inoculado el virus sus sistemas inmunitarios lo hubiesen neutralizado.

Estos seis perros, cuyos anticuerpos hubieran impedido el desarrollo de la rabia —que tarda entre dos y cuatro semanas en incubarse— ya se encuentran en sus domicilios "fuera de riesgo" aunque deben seguir en aislamiento y siguiendo el protocolo establecido.

El laboratorio nacional de referencia del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente en Santa Fe (Granada) se ha encargado de analizar los resultados de los siete animales.