El jurado declara culpables de homicidio a los 2 acusados de apalear a un hombre hasta la muerte en Mocejón

El jurado que desde este lunes ha juzgado a N.M.G. y C.G, a los que el Ministerio Público acusa de un presunto delito de homicidio por apalear hasta la muerte a un hombre en la localidad toledana de Mocejón, en julio de 2011, ha declarado a los procesados culpables por un delito de homicidio.
Acusados juicio Modejón
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EUROPA PRESS
Acusados juicio Modejón

El jurado que desde este lunes ha juzgado a N.M.G. y C.G, a los que el Ministerio Público acusa de un presunto delito de homicidio por apalear hasta la muerte a un hombre en la localidad toledana de Mocejón, en julio de 2011, ha declarado a los procesados culpables por un delito de homicidio.

Tras una hora y media de deliberación el jurado ha decidido declarar culpables por unanimidad a estos dos acusados para los que el Ministerio Público pide 14 años de cárcel para cada uno, mientras que la acusación particular pide 15 años de prisión.

El jurado popular ha dictado este veredicto justificando que los acusados fueron conscientes de haber provocado el fallecimiento de la víctima, y que asumieron este riesgo. Asimismo, han tenido en cuenta que los acusados reconocieron haber dado lesión a la víctima, así como su colaboración con la Guardia civil y su presentación voluntaria ante la misma.

Los letrados de ambos piden por su parte que la pena para estos dos acusados sean de cinco y de seis años.

En su declaración el pasado lunes, uno de los dos acusados, N.M.G., aseguró que golpeó en varias ocasiones con un palo a la víctima, O.M.D., antes de que esta sacara una pistola.

"Le vi con intención de pegarnos", confesó el acusado, que ha admitido que en ese momento se fue hacia su coche, aparcado en las inmediaciones del bar, y sacó un palo con el que golpeó a la víctima en al brazo izquierdo varias veces "y el palo se partió".

Según su relato, en ese momento la víctima sacó una pistola que llevaba oculta en la parte de atrás del pantalón, momento en que el otro acusado —C.G.— intervino para quitársela. Precisamente, el segundo acusado confirmó este extremo y también que su sobrino pegó "cuatro o seis veces" a la víctima antes de que sacara el arma.

C.G. reconoció que él también pegó un puñetazo en el costado a la víctima tras quitarle la pistola y después de que aquel profiriera un insulto hacia su madre, pero rechazó que le agrediera con la culata del arma.

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