El Tribunal Supremo ha condenado a un año y tres meses de prisión los dos agentes de los Mossos d'Esquadra que ayudaron a dos empresarios de Figueres (Girona), que son hermanos, a apalear a un estafador. La sentencia concluye que los dos agentes tramaron un plan con los dos empresarios para escarmentar a un hombre que les timó casi 40.000 euros con el truco de los billetes tintados.

La Sala es muy crítica con la actuación de los agentes. "La acción que ha llegado a juicio supone una agresión injustificada, abusiva e indigna de un agente de la autoridad y, sobre todo, está a las antípodas de las precisiones de comportamiento de la policía reflejada a la ley", recoge la sentencia.

La Audiencia de Girona les condenó a pagar una multa de 720 euros por una falta de lesiones, por los "puñetazos y puntapiés" que dieron al estafador como escarmiento y los absolvió de los delitos de detención ilegal, torturas y lesiones. La Fiscalía había solicitado 14 años de prisión y, 10 y medio para los estafados, que fueron condenados a un año y cinco meses de cárcel.

El fiscal recurrió la sentencia de la Audiencia y ahora el Tribunal Supremo ha endurecido las penas contra los cuatro acusados. En el caso de los dos Mossos d'Esquadra, los condena a 1 años y 3 meses de prisión por un delito contra la integridad moral. Cómo que no tienen antecedentes y la condena es inferior a 2 años, no tendrían que entrar a prisión, pero el Supremo también los inhabilita para ser policías durante 1 año y 3 meses.

"Obviamente, quedó severamente malograda la imagen policial", resalta la sentencia del Supremo que añade que los agentes "no fueron símbolo de protección, sino de vejación". Por eso, la sentencia resalta que el "castigo" se tiene que centrar "allí donde abusaron del derecho que los ha dado la sociedad": en la pena de inhabilitación.

En el caso de los hermanos, el Supremo eleva la pena a 2 años y cinco meses de prisión. Un quinto hombre fue procesado por esta causa pero ha sido absuelto.