La consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, ha informado de que una de las trabajadoras del Palau de les Arts que denunció "trato vejatorio" y "abuso de poder" por parte de la intendente, Helga Schmidt, ha llegado a un acuerdo extrajudicial con la denunciada por el que "efectúa manifestaciones en descargo de la actitud" de la responsables de esta entidad promotora, que se disculpó por su actitud.

Català se ha expresado de esta manera en la sesión de control de las Corts con motivo de la pregunta formulada por el diputado socialista Juan Soto en relación a cuáles serán los efectos económicos, políticos, laborales y culturales derivados del acta de la Inspección Provincial de Trabajo por la "existencia de trato vejatorio" por "acoso psicológico y abuso de poder" sobre trabajadoras del Palau de les Arts por parte de su intendente, Helga Schmidt, y si piensa cesarla.

La titular de Cultura ha explicado que la Dirección General de Trabajo estimó las alegaciones del Palau de les Arts al informe de la Inspección de Trabajo porque se produjo un acuerdo extrajudicial, en descargo de la intendente, "renunciando a cualquier acción judicial" y por parte de ésta "se ofrecen disculpas por dicha actitud" y que "haya podido interpretarse como trato vejatorio o desconsideración para con los trabajadores".

En un escrito signado por ambas partes, ha continuado, se manifiesta que "aceptan las disculpas, se dan por satisfechas en lo personal, sin tener que reclamar nada por concepto alguno y desisten de procedimientos judiciales se hayan iniciado pro dicha causa y renuncian a cualquier reclamación futura".

El diputado socialista, sin embargo, ha insistido en que "el trato vejatorio resulta probado y no se actuó" y se ha mostrado "sorprendido" por que la consellera "utilice una acción judicial de una de las afectadas para cuestionar la mayor" y le ha instado a hablar con una de las trabajadoras afectadas, que se encontraba en las Corts.

De esta manera, Soto ha argumentado que el "acoso no es cultura, es incompatible con la cultura y con la dignidad humana más elemental". Así, ha afirmado que "la supuesta genialidad artística no puede hacer menos condenable un acto de acoso y el acoso se ha producido" y por ello la Schmidt "no puede seguir en su puesto por muy genial y artista que sea porque debe prevalecer el derecho a la dignidad".