Los hosteleros piensan de la misma manera, pero con el matiz de que a ellos la falta de taxis en las calles les perjudica directamente en sus negocios, «porque es un servicio público que se deja de dar al cliente», destaca Antonio García, secretario de la Federación de Hostelería de Granada.

«Es un problema», sentencia García. «Tal y como se ha puesto el tema de los controles de alcoholemia, la gente sale a divertirse y no puede volver a casa. Las noches y la madrugada son los peores momentos».

La situación se ha complicado aún más con la Navidad. La Gremial del Taxi considera, según su representante, Manuel Cebrián, que «es un problema que aparece en días y momentos puntuales, como en estas fechas donde hay mucha gente en la calle».

Cebrián dice que «los fines de semana hay suficientes coches, lo que ocurre es que la demanda se triplica. Todos los bares cierran a la misma hora y no se puede prestar servicio a 2.000 personas a la vez». «Es normal», afirma, «que a esa hora la gente tenga que esperar».

Autobuses nocturnos

Los taxistas dicen que las 560 licencias existentes en la capital son más que suficientes. «El problema es que por la noche no hay bastantes autobuses nocturnos y eso se nota». Anuncian que «la situación mejorará cuando el Instituto del Taxi comience a funcionar y los compañeros del área metropolitana puedan trabajar aquí». Por otro lado, el servicio se resentirá hoy a mediodía y en la sobremesa porque los taxistas celebran su comida de Navidad.