Sin embargo, hay otras 4.700 familias que no verán un euro. Los motivos para que la Junta les haya negado esa ayuda económica son muy diferentes. Una buena parte, alrededor de 1.500 familias, sobrepasa el nivel de rentas que se había establecido como máximo (18.000 euros), aunque finalmente se han llegado a conceder a padres con ingresos de hasta 20.763 euros.

Los menos afortunados

Quienes se tirarán de los pelos son aquellos que sí que cumplían todos los requisitos, pero estaban los últimos en la lista y no han llegado al reparto, unos 2.500. Había 6.205.000 euros de presupuesto y, de hecho, al final se han aumentado casi 700.000 euros más.

Otra parte menor, unos 625 casos, no ha recibido la ayuda, bien porque no han entregado la documentación a tiempo, bien porque no se ha podido demostrar que cumplían con las condiciones.

Para levantar los ánimos

Estas ayudas económicas pretenden dos cosas: fomentar la natalidad, es decir, que las parejas se animen a tener más hijos porque no suponen tanta carga económica, y por otro lado, se quiere también conciliar la vida laboral y familiar, al favorecer que no resulte tan costoso dejar a los niños en la guardería cuando los padres se reincorporan al trabajo. Con la cantidad aportada se financian, entre otros, los gastos de alimentación, inscripción y mantenimiento en los centros infantiles.