El secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, ha negado que el objetivo que se marca el Plan de Paz de conocer "qué ha pasado con la tortura" no es "un guiño" a la izquierda abertzale, sino "un compromiso ético y de los derechos humanos". En este sentido, ha afirmado que, "si alguien piensa que no se tiene que hacer", que lo diga.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Fernández ha manifestado que el Plan tiene que ser un marco "en el que tengan cabida todas las aspiraciones democráticas legítimas".

Tras recordar que "las cuatro grandes familias políticas de este país (PNV, EH Bildu, PSE-EE y PP) no coinciden en sus aspiraciones", ha manifestado que "eso no quiere decir que no puedan tener sitio".

"Es una aspiración legítima que haya un memorial de víctimas del terrorismo, que haya respuesta a la dimensión y gravedad del fenómeno del terrorismo en los últimos 40-50 años. Habrá a algunos a los que no les gustará mucho esa idea, pero el plan la recoge y la hace suya porque es una aspiración legítima", ha asegurado.

Asimismo, ha precisado que también "es una aspiración legítima saber qué ha pasado con la tortura". "Habrá otros en la sociedad a los que no les parezca importante y prioritario, pero es una aspiración legítima saber qué ha ocurrido en ese sentido. Y el Plan lo recoge, sin prejuicios y aprorismos", ha apuntado. Además, ha agradecido las respuestas ofrecidas al Plan desde el PSE-EE, EH Bildu y PP, al considerar que son constructivas.