El comité de empresa de TCC, empresa que gestiona el servicio de transporte urbano comarcal, ha reclamado este martes que se "tomen medidas" ante las "agresiones y ataques" que sufren algunas villavesas y conductores en servicios nocturnos o diurnos tras días festivos y ha solicitado que se "garantice la seguridad tanto de los trabajadores como de los usuarios".

Según han explicado representantes del comité de empresa, entre septiembre y enero se han registrado "bastantes" incidentes en el transporte urbano comarcal como consecuencia del lanzamiento de piedras u otros objetos a los autobuses, así como "agresiones verbales" a los conductores.

Los "ataques" se mitigaron parcialmente a partir de enero, pero en abril de este año "se han vuelto a reiniciar este tipo de agresiones", según ha explicado este martes en rueda de prensa, Ángel Errea, en representación del comité de empresa, que está formado por representantes de ELA, ATTU, LAB, UGT, CCOO y CGT.

La "mayoría" de incidentes, ha detallado, han tenido lugar en las líneas 7, 16 o 19, sobre todo, en el servicio nocturno de los fines de semana o en las mañanas de festivos, cuando las villavesas "se convierten en un alargo de la juerga". "En lugar de tener cordura, hay gente que hace lo que quiere, fuma o no quiere pagar", ha expuesto Maite Beorlegi, de ELA, quien también ha censurado "agresiones verbales constantes contra los conductores, más a mujeres que a hombres".

Ante esta situación, el comité de empresa envió diferentes escritos a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, la empresa, inspección de trabajo y los ayuntamientos de los municipios en los que se registran estos incidentes para solicitarles que se "tomen medidas" para evitar estos ataques.

Sin embargo, Beorlegi ha lamentado que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, "a pesar de que tiene la responsabilidad del servicio, no ha tomado ninguna medida, ni nos ha llamado para ver que se podía hacer ante estas agresiones, que ponen en riesgo tanto la seguridad de los conductores como de los usuarios".

Para poner fin a este tipo de agresiones, el comité de empresa de TCC propone instalar cámaras de vigilancia dentro de los autobuses, una medida que, según han manifestado, "puede ser disuasoria, y que además, en caso de agresión, se puede identificar al autor ante la Justicia".

También plantean la elaboración de un protocolo de actuación tanto para la empresa, como para los Cuerpos de Seguridad y los inspectores de la compañía, para que "se pongan medios para evitar este tipo de casos", así como incrementar la vigilancia en los puntos conflictivos los fines de semana y festivos.

En caso de que "no se tomen medidas" y se sigan registrando agresiones, el comité de empresa de TCC ha advertido de que cuando reciban alguna llamada de algún compañero comunicando una situación de peligro "paralizarán el autobús que esté en esa situación y el servicio".

"La situación se está pasando de una simple gamberrada. Antes pasaban este tipo de ataques una vez al año, pero en 10 meses llevamos una serie de agresiones que hacen necesario que se garantice la seguridad tanto de los trabajadores como de los usuarios", han apuntado los representantes del comité.