El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha comparado este lunes al PRC y el PSOE, socios de Gobierno en las dos anteriores legislaturas, con un "pirómano que acusa a los bomberos de que todavía sale humo de un edificio que él ha quemado previamente".

Diego ha contestado así en el Pleno del Parlamento a las preguntas que le han formulado la secretaria general del PSOE y exconsejera de Educación, Eva Díaz Tezanos, que le ha acusado de "empeorar" las condiciones de vida de los cántabros, y al secretario general del PRC y expresidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, que como cada primer pleno de mes le ha preguntado por el paro y le ha recordado el "contrato de trabajo" que Diego firmó en campaña electoral.

Un contrato en el que, entre otras cláusulas, se comprometía a gestionar que Cantabria recibiera 350 millones de euros del Estado para Valdecilla y la Autovía del Agua o a gestionar la reactivación de la obra pública, y que señalaba -según ha recordado Revilla- que el incumplimiento de los compromisos en él recogidos daría derecho a los "empleadores", es decir, los cántabros, a "prescindir de los servicios" de Diego.

El presidente replicó a Revilla que asumió esos compromisos precisamente porque él no cumplió ni un solo de ellos, y destacó que en los primeros dos años de legislatura, el paro ha crecido "un tercio menos" de lo que aumentó en la primera mitad de la anterior legislatura, bajo el segundo mandato de la coalición PRC-PSOE.

Diego, que ha pedido a Revilla "que no se rasgue las vestiduras como un fariseo", ha dicho que el líder del PRC "carece de legitimidad y credibilidad" y que los gallegos, catalanes o manchegos "les puede engañar, a los cántabros no".

Dicho esto, defendió que su Gobierno ha conseguido lo que ninguna otra comunidad autónoma, "reducir el déficit público un 70% y a pesar de ello, que la economía se comporte mejor en términos de PIB que la media nacional, en un contexto europeo de recesión". Añadió que su Gobierno garantiza una educación "de calidad" y una sanidad "universal y pública".

En respuesta al PSOE, señaló que "calidad es acabar las obras de Valdecilla", un objetivo que los socialistas -ha dicho- se "empeñan en impedir"; "calidad es proteger Cantabria del 'fracking'", y no dar permisos como hizo el Gobierno regional anterior y el Gobierno central; "calidad es dar nuevos planeamientos a los ayuntamientos, en vez de bloquearlos"; "calidad es mejorar el ferrocarril de la Meseta en vez de engañar prometiendo AVEs a porrillo"; y así un largo etcétera.

En su listado Diego también destacó la "maraña de empresas públicas ineficientes" que creó el anterior Gobierno y su "desmadre de gastos". "Cantabria fue tan dañada por políticos irresponsables que necesitaba una recuperación", apostilló.

Visión muy distinta dibujó la portavoz del PSOE, quien denunció que los ciudadanos pagan más impuestos y los que piden moderación salarial para salir de la crisis "son los mismos que cobran sobresueldos; las aulas tienen "menos profesores y más alumnos"; el PIB en 2012 ha caído un 1,3%, etc. "Cambien de políticas, se lo está diciendo toda la sociedad de Cantabria", concluyó Díaz Tezanos.

TRANSPORTE

En el Pleno de este lunes, el PSOE interpeló al consejero de Industria, Eduardo Arasti, sobre la sostenibilidad de los sistemas de transporte, y en este punto salió a colación como era de esperar la exclusión del puerto de Santander de la red transeuropea de transporte, que tal y como recordó el socialista Juan Guimerans, se traduce en pérdida de financiación, de la que sí gozarán otros puertos de la cornisa cantábrica.

Arasti le replicó que esta exclusión es consecuencia de la gestión del Gobierno de Rodríguez Zapatero, que no incluyó el puerto de Santander en la propuesta que envió a la Comisión Europea, que la aprobó tal cual. El consejero denunció que el entonces ministro de Fomento, José Blanco, incluso se mostró "muy satisfecho" de la aprobación de la propuesta española por parte de la CE y acusó al entonces presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, de "permitir" lo que él mismo definió en aquel momento como "un verdadero atropello".

"Mientras ustedes hacían de cigarra, en otros sitios hacían de hormiga y trabajaban", reprochó Arasti a socialistas y regionalistas, a la vez que destacó que el PP ha intentado revertir esta situación pese a que "desde el primer momento" sabían que era "prácticamente irreversible", a través de una enmienda que la ministra "aceptó y tramitó", pese a que con ella "España se estaba enmendando a sí misma" en un breve espacio de tiempo.