Tras 20 años de reivindicaciones, Carabanchel por fin tiene su Metro.
Las tres nuevas estaciones de la Línea 11 inauguradas ayer –San Francisco, Carabanchel Alto y La Peseta– han costado 172 millones de euros y se han construido en poco más de dos años.
Su puesta en marcha ha estado rodeada de polémica: mientras la presidenta regional (Esperanza Aguirre) y el alcalde de Madrid (Alberto Ruiz-Gallardón) las estrenaban con un viaje inaugural, vecinos del barrio celebraron su estreno alternativo al margen de actos oficiales, por "la tomadura de pelo de Ruiz-Gallardón, que nos lo prometió en 1996".
Chequeo a la línea 11
- Trenes: "Algo estrechos" para los usuarios.
- Andenes y estaciones: Amplios y luminosas. Las máquinas expendedoras son suficientes, pero hay pocos supervisores.
- Confort: Muy deficiente. El frío en las tres estaciones es más que molesto.
- Señalización: Correcta, a falta de actualizar algunos planos de Metro.
- Accesibilidad: Aunque hay ascensores en todas las estaciones, ayer algunos que estaban estropeados fueron arreglados a lo largo de la tarde, según indicó Metro. Todos los vagones están adaptados para minusválidos.
- Megafonía: Los trenes no la tenían ayer. Los televisores estaban apagados.
- Seguridad: Hay vigilantes y la banda de seguridad para no caer a la vía es ancha.
Las estaciones que vienen
La de ayer no será, ni mucho menos, la última estación de Metro que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, inaugurará en esta legislatura.
Este mismo viernes le tocará el turno a Aviación Española, en la Línea 10.
A ella le seguirán las estaciones de Pinar del Rey (L-8), en enero de 2007, y Arganzuela-Planetario (L-6), que se pondrá en marcha en primavera.
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