Alrededor de 2.000 personas participan en la 18 Fiesta de la Primavera, que se celebra desde 1985, por parte de la Unidad de Deficiencia Mental de la Diputación de Sevilla, según informa en una nota la institución provincial.

En este sentido, señala que hace 18 años que nacieron estos festejos para celebrar lo que en su día se denominó "salto de la tapia", que acompañaron a la desinstitucionalización psiquiátrica en España, en un intento por "borrar el estigma del que entonces estaba impregnada la enfermedad mental y abrir las puertas de los hospitales psiquiátricos a la sociedad".

Este evento, que organiza anualmente la Unidad de Deficiencia Mental (UDM), dependiente del Área de Cohesión Social e Igualdad de la Diputación de Sevilla, reúne en torno a 2.000 personas procedentes de centros, residencias y todo tipo de servicios de atención a personas con retraso mental y otras patologías relacionadas con la discapacidad intelectual.

El Complejo de los Centros Sociales de Miraflores se llena así cada año en este reencuentro entre usuarios a educadores y monitores que los atienden desde el momento de su llegada y durante toda la jornada, pasando por familiares y voluntarios.

La diputada responsable de las Políticas Sociales, Lidia Ferrera, y el diputado y portavoz del equipo de gobierno en la Diputación, Manuel Domínguez, han compartido este jueves unos momentos con los participantes en esta fiesta que, "cuando se despidan al atardecer ya estarán pensando en el siguiente evento que también se celebra en Miraflores, en diciembre, en su ya tradicional Concurso de Villancicos con 13 años de trayectoria y que suele reunir en torno a las 1.300 personas".

Desde aquella primera celebración de la Fiesta de la Primavera el número de centros y participantes ha ido creciendo en el tiempo, convirtiendo a estas dos citas en eventos de referencia para las personas con discapacidad intelectual en la provincia de Sevilla.

En esta edición han participado 49 centros, fundaciones y asociaciones que, además, exponen sus trabajos y productos, y participan en las actividades lúdicas, actuaciones musicales y sorteos organizados para los usuarios de los centros. Asimismo, se habilitan espacios para que todos los asistentes se encuentren cómodos y participen del evento sin la dificultad de barreras arquitectónicas.