La Ertzaintza relaciona a un etarra con una bomba colocada en Antena 3 gracias a su letra

  • El etarra escribió de su puño y letra "Gora ETA" en un carton de la olla a presión.
  • El artefacto, colocado en una sede de Antena 3 en Bilbao, no llegó a explotar.
  • El etarra, Jon Kepa Preciado, está siendo juzgado en la Audiencia Nacional.
El etarra Jon Kepa Preciado (de espaldas).
El etarra Jon Kepa Preciado (de espaldas).
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El etarra Jon Kepa Preciado (de espaldas).

La Ertzaintza ha relacionado la participación del etarra Jon Kepa Preciado con la colocación en 2003 de un coche bomba, que no llegó a explosionar, junto a edificios de Antena 3, Telefónica y la Hacienda Foral de Vizcaya en Bilbao gracias al cotejo de su letra.

Durante el juicio en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), el acusado, que cumple condena por otras acciones de ETA, no ha querido declarar, pero sí lo han hecho varios ertzainas, quienes han reconocido la gravedad de las consecuencias del atentado si el artefacto hubiera llegado a explosionar.

Precisamente, los peritos de la Ertzaintza han aportado en el juicio, que ha quedado visto para sentencia, una nueva prueba caligráfica que demuestra que las frases como "Gora ETA" o "Gora Hodei eta Egoitz" escritas en un cartón de la olla explosiva corresponden a la letra de Kepa Preciado.

Esas frases halladas en la olla se habían escrito con la misma letra que una documentación sobre cinco acciones terroristas hallada después del intento de atentado en un garaje de Galdakao (Vizcaya), pero entonces no se pudo concluir de forma fehaciente que en ambos casos correspondía a Kepa Preciado.

Sin embargo, han relatado los peritos, hace dos semanas tuvieron la oportunidad de cotejar la letra de la olla con dos cartas manuscritas del acusado y es ahora cuando "la mano sí tiene un nombre fehaciente: Jon Kepa Preciado", tal y como ha declarado uno de los agentes.

El fiscal ha mantenido su petición del 10 años de cárcel para el etarra por su supuesta participación en los hechos, que tuvieron lugar el 14 de junio de 2003 después de que a las once de la mañana de ese día el diario Gara recibiera una llamada avisando de que media hora más tarde un coche bomba explotaría a la altura del número 2 de la calle Capuchinos de Bilbao.

Según han relatado en el juicio los artificieros de la Ertzaintza, el artefacto, compuesto de 30 kilos de cloratita y casi 3 de dinamita, no llegó a explotar, probablemente por algún fallo del cable que unía el temporizador, colocado en la guantera, con la olla situada en el maletero.

Han reconocido que el artefacto estaba muy bien distribuido y construido para hacer el máximo daño posible y que el temporizador, programado para las 11.30 horas, también estaba en perfectas condiciones, por lo que los agentes dedujeron que fue un fallo en el cableado lo que evitó la explosión.

También han reconocido los ertzainas que el objetivo del atentado no estaba claro, toda vez que la buena distribución del artefacto dentro de la olla permitía su proyección hacia los diferentes edificios de la calle. Sí han tenido claro que su explosión hubiera causado importantes daños materiales y personales y que dada la premura con la que ETA avisó al diario Gara, el atentado no hubiera podido evitarse porque el tiempo era mínimo.

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