Unos correos electrónicos, la clave para el nuevo ingreso de Miguel Blesa en prisión

Miguel Blesa, a su llegada a los juzgados de Plaza Castilla.
Miguel Blesa, a su llegada a los juzgados de Plaza Castilla.
EFE
Miguel Blesa, a su llegada a los juzgados de Plaza Castilla.

Miguel Blesa pisó la cárcel este miercoles por segunda vez y la Fiscalía no ha tardado ni 24 horas en recurrir la decisión del juez. El expresidente de Caja Madrid ya es oficialmente el primer banquero español que pisa una prisión desde el inicio de la crisis, pero de momento los organismos judiciales no se ponen de acuerdo sobre si debe estar ahí o no.

Además de Blesa, el otro protagonista de la polémica es el juez de instrucción Elpidio José Silva. Silva es el encargado de investigar la compra del City National Bank of Florida en 2008 por parte de Caja Madrid bajo la presidencia de Miguel Blesa en una operación que supuso unas pérdidas de cerca de 500 millones de euros para la entidad. En los distintos autos y en un informe del Banco de España en 2010, se enumeran los peligros de esta compra temeraria, difícil de explicar y con irregularidades.

¿Qué ha cambiado desde que quedó libre?

Blesa entró en Soto del Real el pasado 16 de mayo y salió en menos de un día tras abonar una fianza de 2,5 millones de euros. Esta vez, el juez Silva ha acordado la prisión incondicional y sin fianza. Lo que ha cambiado desde entonces es que la Policía Judicial ha aportado unos correos electrónicos que el juez cita en su auto de prisión. Estos mensajes son el motivo de que el juez citara este miércoles de urgencia a Blesa y Sánchez Barcoj y los que han motivado el ingreso en prisión.

¿Qué ponía en esos correos?

Estos correos electrónicos destapan una conversación entre Miguel Blesa e Ildefonso Sánchez Barcoj, exdirector financiero de Caja Madrid el 23 de octubre de 2008, poco antes de ejecutarse la compra del Banco de Florida. En el primer correo glosado por Silva, Sánchez Barcoj le decía a Blesa: "Como sabes cubrimos en su momento no solo la totalidad de las dos compras, sino 100 kilos más por si se ponía algo a tiro".

El juez afirma que Blesa y Barcoj se contradicen en sus declaraciones sobre esos "100 kilos" e interpreta que los dos financieros asumían que podían disponer de esos 100 millones de euros para comprar cualquier otra entidad, sin pasar ningún control previo.

En el siguiente correo, el expresidente de Caja Madrid responde: "No era solo el encarecimiento, sino el límite de autorización por la Comunidad de Madrid. Deja que alguien entre al trapo, le daremos un buen pase. Moraleja: hazle a todo la prueba de stress, lo que puede salir mal sale mal y si sale mal... ni te cuento".

De aquí, el juez extrae que ambos imputados querían "evitar el control administrativo" de la Comunidad de Madrid durante la operación, "obstaculizar tal proceder" y "actuar al margen de los adecuados protocolos bancarios, aceptando los males posibles y confiando a la pura fortuna que no se produjesen".

Según el auto, Blesa dijo que "no recuerda" esta conversación. El juez le preguntó si la "moraleja" de su correo significaba que aceptaba que su actuación podía concebir serios males para Caja Madrid. El exbanquero dijo que no, pero no dio explicaciones.

¿Por qué vuelve Blesa a la cárcel?

Tras valorar estos correos, el juez considera que la pena a la que puede enfrentarse Blesa en el futuro es más grave de lo que pensaba. Silva habla de posible delito de administración desleal o de apropiación indebida y señala que hay indicios de que no se trata de una conducta esporádica.

El juez también ha valorado que existe "un innegable riesgo de fuga", precisamente por el pronóstico de una pena mayor, que podría alcanzar hasta cuatro años. También considera que acreditar la residencia estable del imputado no es motivo suficiente para negar ese riesgo de fuga.

Además, el juez Silva cree que si Blesa quedara en libertad podría ocultar, alterar o destruir pruebas relevantes para la investigación del caso o afectar a posteriores declaraciones de testigos.

¿Por qué recurre la Fiscalía?

Tras conocerse, el Fiscal se opuso a la medida cautelar del juez, igual que rechazó el 16 de mayo la prisión provisional para el expresidente de Caja Madrid. La Fiscalía rechaza la argumentación del juez y considera que no se cumplen ninguno de los requsitos para tomar esta decisión: ni riesgo de fuga, ni peligro de destrucción de pruebas o ni reiteración delictiva.

Incluso si prosperase el recurso y Blesa abandonara Soto del Real, el exbanquero tendría que permanecer unos dos meses en prisión, o algo menos, según explican fuentes jurídicas consultadas por 20Minutos.

El diario El País publicaba este jueves que la Fiscalía también se planteaba denunciarlo por "prevaricación continuada" porque podrían haberse producido "irregularidades procesales" en este caso.

Las dudas sobre el juez

El caso de Blesa se compone de dos partes: la compra del Banco de Florida y la concesión de un crédito a Gerardo Díaz Ferrán. El 31 de mayo, el juez Silva fue retirado de la investigación del crédito a Díaz Ferrán por una recusación presentada por los abogados de Blesa.

La defensa del expresidente de Caja Madrid duda de la imparcialidad de Silva y cree que sus decisiones revelan un "interés personal, directo e indirecto" en la causa y una "enemistad manifiesta" hacia Blesa. El miércoles volvieron a reiterar esta postura diciendo que "hay animadversión, hay prejuicio y no existe apariencia de imparcialidad, no existe lo que se requiere para llevar esta causa".

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