La Guardia Civil ha imputado al responsable de una empresa de almacenaje y gestión de residuos de la localidad sevillana de Guillena como presunto autor de un delito de receptación de cableado de cobre, ya que fue sorprendido con 284 kilogramos de cobre procedentes de transformadores y ocultos en un habitáculo de una nave.

Los hechos se desencadenaron después de que componentes del Seprona de El Ronquillo realizaran una inspección en un establecimiento de compra-venta de chatarra situado en un polígono industrial del término municipal de Guillena, empresa que tenía autorización para gestionar diverso material, incluido el cobre.

Según ha informado el Instituto Armado en una nota, los agentes solicitaron al responsable que les abriera una nave próxima a la empleada como almacén de la chatarra. Así, y al realizar una inspección a fondo, la Guardia Civil observó que había, además de frigoríficos, plásticos y diverso material electrónico, una habitación a modo de oficina con una escalera para acceder a una zona superior.

En esta zona superior se localizaron diez sacos conteniendo cableado de cobre procedente de transformadores, los cuales se encontraban ocultos en una especie de caseta hecha con láminas de plástico.

La Guardia Civil interrogó al encargado sobre la procedencia del cobre y sobre la intención con la que se mantenía aparentemente oculto a la vista y en una nave aparte, pero las respuestas fueron "contradictorias" y el hombre no justificó la procedencia legal de este material, por lo que fue imputado por un presunto delito de receptación.