Esta gran diferencia de precios no se produce por una cuestión de calidad. Así lo aseguran desde la cofradía herculina, donde la definen como «pareja». Dicen, por su parte, en la lonja arousana que sus almejas «son como puños, con sólo diez consigues hacer un kilo».

Más tamaño no implica mejor sabor, pero el aspecto que ofrece el producto influye mucho, sobre todo en el comprador. «No es lo mismo una almeja oscura de Ferrol que una más blanquita de las Rías Baixas», explican desde la asociación de mariscadores Agamar.

La culpa del incremento de precios es, sin duda, de las recientes riadas que han asolado los bancos marisqueros del sur. La llegada de lodos y agua dulce ha eliminado mucho marisco, pero el que ha quedado «es de gran calidad», dicen en la asociación Agamar.

Por contra, en A Coruña los precios se mantienen porque, a pesar del buen estado de la ría, la competencia portuguesa les hace mucho daño.

Nueva crisis

Las rías están viviendo una fuerte crisis. Cada una, altas o bajas, tiene la suya. Ayer, los mariscadores de Ferrol bloquearon la salida de barcos del puerto. En Rianxo hay división dentro de la propia cofradía de pescadores por las ayudas que da la Xunta para la regeneración de los fondos marinos. Hoy hay reunión entre la Consellería de Pesca y las trabajadoras de la ría coruñesa de O Burgo. Si no hay acuerdo, retomarán las medidas de presión.