La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a 22 años de prisión al hombre acusado de asesinar en junio de 2012 a su mujer, a la que propinó 13 cuchilladas en el domicilio familiar de la pareja, cuando la víctima le informó de que quería el divorcio.

Un mes antes de su muerte, la víctima le había denunciado por amenazas y malos tratos en el ámbito familiar, lo que llevó al juzgado de Violencia sobre la Mujer número uno de Alicante a ordenar al marido el abandono del domicilio familiar y a dictar una orden de alejamiento.

No obstante, la decisión de la afectada de no declarar en su contra en la vista oral celebrada el día 22 de mayo de ese año dejó sin efecto las medidas cautelares de protección. Días después, la víctima accedió a acogerlo en el domicilio familiar "por el bien de los hijos" que tenían en común, sin reanudar la relación matrimonial.

El 4 de junio, la mujer le trasladó su "firme decisión" de divorciarse y dado que el hombre no admitía esta situación, de forma "inesperada" cogió un cuchillo de cocina y le propinó 13 cuchilladas que le causaron la muerte. A continuación, se personó en la Comisaría centro de Policía y confesó que acababa de matar a su mujer.

El pasado 23 de mayo, el jurado popular emitió un veredicto de culpabilidad, y el fiscal así como las acusaciones particular y popular solicitaron una pena de 23 años de cárcel por asesinato, mientras que la defensa reclamó 20 años para su representado.

Ahora, en una sentencia del 30 de mayo, el magistrado presidente del jurado le impone una pena de 22 años de prisión como autor de un delito de asesinato, con el agravante de parentesco y la atenuante de confesión. Además, le condena a pagar una indemnización de 180.000 euros en concepto de daño moral, intereses y del pago de las costas procesales. La decisión puede ser recurrida en apelación en el plazo de 10 días.