El Juzgado de Instrucción número 3 de Santander decretó el lunes el ingreso en prisión incondicional del conductor de 21 años arrestado el sábado tras estrellarse en la autovía S-10 en estado de embriaguez y dejar abandonados los cadáveres de dos de sus acompañantes.

Además, las autoridades han reconocido -según RNE- que una de las víctimas no murió en el acto, por lo que es probable que se hubiese podido salvar si hubiera recibido asistencia sanitaria.

Imprudencia y omisión

Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), a este conductor se le imputan dos homicidios por imprudencia y un delito de omisión del deber de socorro.

El magistrado Fernando Vegas ha adoptado esta decisión a petición del Ministerio Fiscal, después de que el joven Adrián G.B. declarara el lunesen el juzgado.

En el siniestro murieron dos jóvenes de 19 y 18 años, cuyos cuerpos fueron hallados entre la vegetación pasadas varias horas del momento del siniestro.

El doble de lo permitidoAdrián dio positivo en el control de alcoholemia efectuado por los miembros de la Guardia Civil de Tráfico, dando como resultado una tasa de 0,45 y 0,47, es decir, casi el doble de lo permitido.

En el momento de ser atendidos, los dos heridos afirmaron en reiteradas ocasiones, tanto a los bomberos como a los guardias civiles, que ellos eran los únicos ocupantes del vehículo.

Sin embargo, este sábado, y cuando operarios de mantenimiento de la Red de Carreteras del Estado procedían a realizar las labores oportunas para recuperar el vehículo del lugar en el que se encontraba, observaron, a una distancia de aproximadamente 40 metros entre matorrales y zona de marisma, los cadáveres de las otras dos personas que viajaban con ellos.