La campaña que pusieron en marcha la Ertzaintza y la Guardia Urbana de Bilbao en contra de los atropellos, entre el 20 de noviembre y el 3 de diciembre, así lo ha demostrado. Los agentes bilbaínos sancionaron a 12 peatones por cruzar un paso con el disco en rojo y advirtieron verbalmente de la infracción a otros 188 transeúntes. Los denunciados tendrán que pagar una multa de 90 euros, que pueden ser 100 en algunos casos más graves, mientras que los prevenidos recibieron la indulgencia policial por hacer caso, desde el primer momento, a las indicaciones de los agentes.

De hecho, los guardias sancionaron cuando el peatón hizo caso omiso de sus advertencias, según pudo constatar este periódico durante los días de la campaña. La Policía Municipal acumula, así, durante este año un total de 20 sanciones a los peatones por este motivo, cuando en los años anteriores tan sólo había impuesto una multa. Fue en 2004, y porque el peatón que se saltó el semáforo en rojo originó un accidente de tráfico.

La presión policial trata de erradicar un problema que durante los seis primeros meses de 2006 causó en Euskadi ocho fallecidos y 138 heridos por atropello.

El peatón fue el causante, según la Ertzaintza, de la mitad de los accidentes. En Bilbao, de los 23 siniestros con atropello por pasar el semáforo en rojo en 2005, 14 fueron por culpa del transeúnte. No obstante, en la pasada campaña la Policía también controló a los coches. Multó a 53 por saltarse el semáforo.

Hacemos más caso del semáforo

Al igual que parece suceder con el carné por puntos, las campañas policiales y las consiguientes sanciones por cruzar un paso con el semáforo en rojo parecen surtir efecto en los ciudadanos. Si en 2005 una encuesta del Gobierno vasco señalaba que más de la mitad de los peatones cruzaban con el semáforo en rojo, durante la pasada campaña sólo dos de cada diez lo hacían, según un estudio a pie de calle en Bilbao.