La Confederación Española de Pesca (Cepesca) lamenta que las instituciones europeas, Parlamento Europeo, Consejo de Ministros y Comisión Europea, "a pesar de los esfuerzos y planteamientos de España, han perdido una oportunidad de oro para introducir mejoras necesarias en la nueva Política Pesquera Común".

En este sentido, el secretario general de Cepesca ha criticado que "la nueva PPC no contemple actualizar la estabilidad relativa (clave de reparto de las cuotas entre los Estados miembros de la UE), no introduzca un sistema de gestión basado en derechos de pesca transferibles en toda la UE y sigue apostando por un proceso de toma de decisiones centralizado".

Asimismo, la patronal española considera que la política de descartes provocará "sacrificios adicionales" para las empresas y trabajadores del sector pesquero y "la necesidad de muchos cambios" en los patrones de explotación, "en un muy corto espacio de tiempo". Estos, además, "no redundarán necesariamente en una mejora del estado de los recursos pesqueros", advierte.

La reforma "no atiende a las particularidades de cada pesquería, incluidas las de aguas exteriores a la UE, que se ven obligadas a desembarcar sus capturas en países terceros donde las infraestructuras de comercialización son muy primarias y existe riesgo de conflicto con los desembarques de las flotas locales", añade.

"El acuerdo alcanzado por el Trílogo ha respetado en gran medida el mandato cerrado hace pocos días por el Consejo de Ministros, suavizando la propuesta inicial de la Comisión Europea y la del PE, que eran completamente inasumibles por el sector", valora. Al respecto, apunta que "pecaban de radicalismo y daban la espalda a la sostenibilidad social y económica de la actividad pesquera".

"no todo es negativo"

No obstante, Cepesca considera que "no todo es negativo en la reforma". La parte dedicada a la dimensión externa, donde se abordan las cuestiones relacionadas con los acuerdos de pesca y con las Organizaciones Regionales de Pesca, "ha salido bastante bien", opina.

Así, recuerda que la flexibilidad introducida en el objetivo de conseguir el RMS en 2015, cuando sea posible, y como muy tarde en 2020, había sido algo solicitado por el sector pesquero para evitar compromisos "imposibles de cumplir".

Cepesca "siempre ha defendido una PPC que consiguiera un equilibrio entre los aspectos medioambientales, sociales y económicos y que reconociera los esfuerzos y sacrificios ya realizados por el sector (reduciendo la capacidad, el número de barcos y empleos, para adaptarse a las duras exigencias de Bruselas)", subraya.

Por último, solicita a las instituciones europeas que pongan "todo su empeño" para cerrar adecuadamente el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero y la nueva Organización Común de Mercados, dos reglamentos fundamentales para el futuro de la pesca en Europa.