Más de 2.500 puestos de trabajo público han desaparecido en la sanidad madrileña en solo cuatro meses, según se recoge en un informe del Observatorio Madrileño de Salud, integrado por una veintena de ayuntamientos de la región, sindicatos, asociaciones profesionales y entidades sociales.

El informe, el segundo sobre el mismo asunto que elabora el Observatorio tras el de diciembre, hace un repaso de las propuestas que contiene el Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público Madrileño aprobado por la Asamblea de Madrid en las leyes de presupuesto y acompañamiento de la Comunidad en diciembre de 2012 y su aplicación hasta el momento, así como una valoración de su impacto en la atención sanitaria.

La caída de empleo en el sector, según el documento, supone una disminución de más del 3% del total, en torno a 75.000 puestos de trabajo, "ya que ni siquiera se cumple la normativa estatal que establece que se han de reponer el 10% de las bajas y jubilaciones en los sectores públicos prioritarios".

Sostiene que el mayor recorte se da con la no renovación de contratos eventuales, unos 1.300 de todas las categorías profesionales en el conjunto de la red sanitaria pública.

Y pone de ejemplo el expediente de regulación de empleo en la Agencia de Formación Laín Entralgo y el cierre del Instituto de Cardiología, que supuso el despido de 87 trabajadores y el cese de otros 35, o la privatización de los servicios no sanitarios del hospital Puerta de Hierro Majadahonda, que propició el despido de otros 173 empleados.

A ellos, añade el informe, hay que sumar otros seis puestos de trabajo perdidos con el cierre de la Comunidad Terapéutica de Villaviciosa de Odón, dependiente de la Agencia Antidroga, y la privatización de los Servicios de salud Mental de Moncloa y Arganzuela.

Y recuerda que otros 700 empleos se han perdido por la jubilación forzosa de trabajadores de distintas categorías, la mayoría médicos jefes de servicio, "que se prevé van a ser amortizados".

A su vez, indica que con la privatización de los servicios de limpieza de 18 centros sanitarios serán despedidos otros 300 trabajadores y se eliminarán esos empleos no sanitarios.

Cierra esta lista el Sermas, donde el gasto de personal presupuestado para 2013 ha sufrido un recorte de casi 300 millones respecto al gasto de 2012, lo que implicará que "más de 7.000 trabajadores perderán el trabajo".

Hasta la fecha, recalca el informe, la principal repercusión de la política de recortes es la disminución de trabajadores de todas las categorías, lo que produce el cierre de plantas en los hospitales, pérdida de actividad en las jornadas de tarde, infrautilización de quirófanos y una pérdida de la calidad en la atención al paciente.