Aceptan multas económicas por agredir a dos guardias civiles hace 13 años en Socuéllamos (Ciudad Real)

Los dos hermanos acusados de agredir a dos guardias civiles hace 13 años en un control de carretera en el término municipal de Socuéllamos (Ciudad Real) finalmente no han llegado a sentarse este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real al alcanzar sus abogados un acuerdo según el cual se han conformado con una multa, ya que se ha cambiado la calificación de delito de atentado contra la autoridad por la de falta de respeto a la autoridad.

Los dos hermanos acusados de agredir a dos guardias civiles hace 13 años en un control de carretera en el término municipal de Socuéllamos (Ciudad Real) finalmente no han llegado a sentarse este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real al alcanzar sus abogados un acuerdo según el cual se han conformado con una multa, ya que se ha cambiado la calificación de delito de atentado contra la autoridad por la de falta de respeto a la autoridad.

En el escrito inicial de acusación, recogido por Europa Press, la Fiscalía pedía para Abel Martín A.F. y José Ángel A.F. dos años de cárcel para cada uno por sendos delitos de atentado contra la autoridad, en concurso con sendas faltas de lesiones, por agredir a los agentes de la guardia civil que les pararon en un control el 6 de junio del año 2000.

En ese sentido, el fiscal sostenía que ambos hermanos circulaban por la carretera CM-3102 cuando, al llegar al cruce con la CM-3111, a las 23.45 horas, los agentes dieron el alto al conductor del vehículo que hizo caso omiso y giró repentinamente el coche hasta aparcarlo en un restaurante de las inmediaciones.

Entonces uno de los agentes se dirigió a pie al estacionamiento para identificar a los ocupantes del vehículo y para ver por qué no se habían detenido en el control, momento en el que el conductor se negó a entregar la documentación y el acompañante se bajó "en actitud agresiva y amenazante, dando grandes voces", por lo que el segundo agente se acercó para pedir que se tranquilizaran.

Mientras uno de los agentes se dirigía al coche patrulla para llevarlo al aparcamiento del restaurante, José Ángel A.F. le dijo a su hermano que sacara la cámara y fotografiara al agente quien, al impedírselo con la mano, recibió un puñetazo en el estómago que el otro guardia civil vio, por lo que fue en su auxilio.

En ese momento, se inició un forcejeo entre acusados y agentes en el que los primeros "golpearon con pies y manos" a los segundos hasta los que los pudieron reducir y esposar. No obstante, hasta el lugar de los hechos se desplazaron dos agentes de la Policía Local de Socuéllamos que se hicieron cargo de los acusados "dado el mal estado físico en el que se encontraban los miembros de la Guardia Civil a causa de las agresiones inferidas por los acusados".

A pesar de estar esposados, los hermanos siguieron oponiendo resistencia por los policías locales al negarse a salir del coche donde se encontraba y de donde tuvo que ser sacado a la fuerza. Ya en las dependencias policiales, José Ángel A.F. se dirigió a los miembros de la Guardia Civil, con frases como "me he quedado con tu cara" o "tengo millones de sobra para ir por vosotros".

Como consecuencia de los hechos, los agentes sufrieron lesiones de las que tardaron 7 días en curar además de que les rompieron un móvil y unas gafas se sol de su propiedad, y el peto reflectante, dos gorras teresianas y una camisa, todo ello tasado "en 9.300 pesetas".

Por su parte, las heridas de uno de los presuntos agresores, Abel Martín A.F. -que entonces tenía 21 años- tardaron en curar 20 días y las del otro, José Ángel A.F. —que tenía 29 años— 90 días, quedándole como secuela una paquipleuritis crónica, un engrosamiento de la pleura que, cuando es extensa, dificulta la expansión pulmonar durante la respiración.

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