Vicente, jubilado de 75 años: “Nos están quitando todo por lo que hemos luchado”

  • Está esperando una ayuda de la Ley de Dependencia que no llega.
  • La Generalitat le dice que, debido a la crisis, no le puede pagar ahora.
  • Su mujer tiene fibromialgia y una discapacidad del 39%.
Vicente Romero, jubilado de 75 años de Corbera de Llobregat, está pendiente de la ayuda de la Ley de Dependencia.
Vicente Romero, jubilado de 75 años de Corbera de Llobregat, está pendiente de la ayuda de la Ley de Dependencia.
MIQUEL TAVERNA
Vicente Romero, jubilado de 75 años de Corbera de Llobregat, está pendiente de la ayuda de la Ley de Dependencia.

Vicente está pendiente de la ayuda de la Ley de Dependencia. Pero no llega. En 2012, la Administración le prometió que se lo ingresaría a plazos durante cinco años. Pero a día de hoy no ha recibido ni un euro de la deuda de la Generalitat.

Su mujer, Asunción, tiene 74 años y sufre fibromialgia, que cada vez más le impide una vida normal. Por eso, su grado de dependencia ha ido en aumento y le han subido también la ayuda a percibir. «Benestar Social i Família me dice que, debido a la crisis, la Generalitat no puede pagar, pero que ya lo hará», lamenta Vicente.

Apenas 2.200 euros

La cantidad que les deben apenas supera los 2.200 euros, por lo que el pago anual debería de ser de 450 euros. «¡No llega a 40 euros al mes!», se exclama, cansado de recurrir a la Generalitat, que le concedió a Asunción esta ayuda hace años.

Tras hacerle el reconocimiento, determinaron que su mujer tiene una discapacidad del 39%, por lo que establecieron una ayuda para esta pareja de jubilados, ya que no podían asumir las tareas diarias con normalidad.

«Yo nunca me he quejado ni he pedido nada, pero ahora que tengo necesidad, me lo niegan», apunta Vicente, tras enumerar los «44 años que llevo cotizados».Además, espera una operación de prótesis de rodilla que desde hace tres años no llega, pese a que su caso está considerado «preferente».

Simpatiza con los yayoflautas pero no se puede unir a ellos porque le duelen la cadera y las rodillas. «Nos están quitando todo por lo que hemos luchado», concluye.

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