Según la encargada del programa y psicóloga Elisa Alonso, «los factores individuales influyen mucho, por eso es muy importante la cohesión entre el grupo».

Aun así, un estudio realizado por la Universidad de Santiago afirma que sólo el 5% de los fumadores sometidos a tratamiento contra el tabaquismo recae.

Para garantizar el éxito del programa, la AECC realiza un seguimiento telefónico al mes de finalizar las sesiones, otro a los tres meses y otro al año. En caso de que el paciente recaiga, puede volver a intentarlo.

Y es que estos cursos son gratuitos, aunque para garantizar la asistencia se exige un depósito de 60 euros, que serán devueltos al finalizar el tratamiento.

Aunque éste sea el año de la ley antitabaco, la norma no ha animado a los vigueses. «Nos parece muy curioso porque pensamos que tendríamos una avalancha de fumadores, pero hemos hecho los mismos grupos que en 2005», explica Elisa.

Un estudio sobre consumo de drogas en España garantiza que, a pesar de que el 86% de los españoles perciben el riesgo de fumar un paquete de tabaco diario, todavía el 33,2% de la población gallega reconoce fumar a diario. Este porcentaje coloca a Galicia por encima de la media española (32,8%), aunque lejos del primer puesto de Navarra donde fuma a diario el 35,4% de la población.

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... trucos para dejar de fumar

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En 2007 desaparece el autoservicio

Con enero las trabas para comprar tabaco se incrementarán. Desde principios de 2007 las máquinas expendedoras de los bares sólo funcionarán por medio de un mando a distancia. El encargado de seleccionar la compra será uno de los empleados del local, por lo que el fumador no podrá comprar por sí mismo la cajetilla. El fin es erradicar la venta a menores.

José Lombardero, ex fumador

«Lo dejé con la última campanada de 2005»

¿Cuándo dejó de fumar?

En el momento en que sonó la última de las doce campanadas del 31 de diciembre de 2005. Me preparé con mucha antelación.

¿Cuándo empezó a fumar?

Cuando era niño. A los 12 años estaba en un colegio interno y debajo de las sábanas fumábamos escondidos.

¿Por qué decidió dejarlo?

Porque tengo 61 años y la edad fue determinante. Tenía toses matinales con expectoración, apenas podía subir una cuesta sin acabar agotado y había sufrido un amago de angina de pecho.

¿La ley le ayudó a dejarlo?

Fue fundamental, aunque también me he decidido porque quería respetar al que no fuma. Ahora bien, sigo respetando al que fuma.

¿Cómo fueron los primeros días?

He sufrido, pero sabía que era capaz de superarlo. Ya había fumado negro y lo había dejado por eso sabía que tendría la voluntad suficiente para dejarlo.

¿Qué estrategia ha seguido?

Hago que prevalezca el hombre bueno y no las tentaciones. He leído un libro de autoayuda y recurrí a Internet donde contacté con una asociación para dejar de fumar.

¿Qué ha sido lo mejor?

La mejoría de la salud, el ahorro económico y la satisfacción personal. Me siento muy orgulloso y puedo presumir ante quienes no me creían capaz.

¿Y lo peor?

Que sigo experimentando la tentación ante el olor a tabaco. El vicio se ha adentrado en mí y me sigue tentando.