La comunidad de Madrid ha experimentado durante los tres primeros meses del año una tremenda subida del número de robos con fuerza en domicilios (aquellos que se comenten cuando no hay habitantes en la casa o estos se encuentran dormidos). Han sido un 13% más, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Interior.

Es, además, el tipo delictivo que más sube, por encima de la delincuencia violenta y los robos con violencia e intimidación, que aumentaron un 2,1% y un 3,3% respectivamente. En el resto de España también hubo más asaltos a casas, pero el incremento fue mucho menor (un 6,1%, la mitad). Es más, en general, la delincuencia en la región bajó un 2,8%: de 100.372 delitos en el primer trimestre de 2012 a 97.556 en el mismo periodo de este año.

En concreto, durante todo este lapso de tiempo se cometieron 4.020 asaltos en casas, cuando en 2012 solo hubo 3.558. La explicación de este aumento (también de los hurtos con violencia) no se encuentra únicamente en la crisis económica, sino en el auge de las tiendas de segunda mano y de compro-oro, según han manifestado fuentes policiales a 20minutos.es.

Este último tipo de establecimiento ya se encontraba en el punto de mira de la Policía tras detectarse que muchas de estas tiendas vendían artículos robados y que sus clientes solo tenían que presentar el carné de identidad para vender las joyas sin tener que explicar su origen. De hecho, una campaña de inspecciones realizada por la Dirección General de Industria de Madrid detectó hace unas semanas que el 60% de las balanzas que emplean estos negocios no reúnen los requisitos que exige la normativa.

Otra razón que explica el aumento de estos robos es la facilidad con la que se pueden cometer y el leve castigo penal que conlleva (de uno a tres años): "Entrar en una casa por la fuerza es mucho más sencillo que asaltar un comercio. Las casas no suelen tener alarma, y muchísima gente se olvida de echar la llave cuando sale del domicilio, lo que facilita la apertura de puertas", explica un mando policial.

Además, se trata de un tipo penal menos penado que el resto de hurtos al no producirse violencia cuando se realiza, pero la Policía avisa: "Que los ladrones eviten la agresión no quiere decir que no estén dispuestos a usarla si alguien se enfrenta a ellos o si se les sorprende, como se ve por el aumento de los robos violentos. Nuestro consejo es que, si alguna vez se encuentran con una banda de este tipo, no se enfrente a ellos", afirman las mismas fuentes policiales.

Los asaltos con violencia en casas son cometidos por bandas muy disciplinadas compuestas por personas de Europa del Este, latinos y españoles. Por contra, los que se cuelan en los domicilios aprovechando la ausencia de los moradores no son más que meros "oportunistas" que se benefician de las vacaciones, los fines de semana o incluso la hora del café para cometer sus fechorías.

De hecho, en los asaltos a domicilios es llamativa la cantidad de hurtos que se realizan en trasteros para llevarse botines de poco valor, como bicicletas o televisores. "También hay mucho fraude a compañías de seguros", asegura un agente de la Benemérita.

"Es verdad lo del aumento de robos en trasteros. Los cerrajeros realizamos unas 30 trabajos al día por esta causa. Los trasteros no suelen estar protegidos y la gente no se da cuenta de lo fácil que es abrir una puerta si no ha sido cerrada con llave. Con una simple radiografía ya tienes todo lo necesario", explica Carlos Rodríguez, presidente de la asociación de cerrajeros de Madrid (Asmace).

El pasado 17 de mayo, por ejemplo, la Guardia Civil detuvo a tres varones presuntamente implicados en numerosos robos en domicilio, fincas, garajes y parkings de la sierra norte de la región. Los detenidos, tres varones de origen español y rumano, tenían entre 16 y 22 años y ya contaban con antecedentes policiales.

Para evitar este tipo de robos, el Ministerio de Interior lanzó el año pasado un plan que incluía una serie de recomendaciones, como cerrar con llave siempre que se salga de casa, no informar de las fechas de vacaciones a personas que no sean de su confianza, no retirar el felpudo de la entrada al marcharse, no bajar del todo las persianas (para dar apariencia de ocupación) y la colaboración de los porteros del bloque de edificios (si lo hay) para que cada día realice una visita al domicilio durante la ausencia de los propietarios para comprobar que todo marcha bien.