Una ruta para descubrir León, la provincia de los mil paisajes

Del llano al pico más alto, del valle verde al bosque cerrado, del los campos agónicos en su calor de verano a las cumbres nevadas, León lo tiene todo en sus más de 15.000 km2. Su situación entre la cordillera cantábrica y la meseta provoca esa diversidad paisajística. Así lo demuestran Tierra de Campos, Picos de Europa, Las Médulas o la geografía de El Bierzo.

Infinitos campos

Planicies hallamos en la comarca del páramo, que se halla comprendida entre los ríos Esla y Órbigo. Esta zona de meseta, cruzada por la  Ruta Vía de la Plata, se dedica a la agricultura intensiva.

Incluso Tierra de Campos asoma en el paisaje de León, al sureste de la provincia. En torno a Sahagún la imagen es la ceramista de campos cultivados entre pueblos con iglesias de corte mudéjar. Todo a la entrada del Camino de Santiago en la provincia.

Cumbres nevadas

Esculpido por la acción glaciar en los macizos de la Cordillera Cantábrica, el Parque Nacional de los Picos de Europa lo comparten Asturias, Cantabria y León. 64.660 de las hectáreas de este espacio natural, declarado Reserva de la biosfera, son leonesas.

Los ríos Sella y Cares son responsables de los abismales tajos de los valles de Valdeón y Sajambre, creando vertiginosos paisajes de espectacular belleza bajo las cumbres calizas, como la Garganta del Cares. Picos de Europa disfruta de una enorme riqueza de la flora y fauna, con especies protegidas como el urogallo, el quebrantahuesos, el oso pardo y el rebeco.

El oro romano

Formadas hace 30 millones de años, Las Médulas, minas de oro a cielo abierto, fueron explotadas en su día por los romanos. Captaban el agua por medio de canales, la almacenaban en depósitos y en el momento oportuno la dejaban correr, erosionado la tierra y haciendo salir el ansiado mineral.

Tras su abandono en el siglo III, la vegetación autóctona volvió a apropiarse del lugar. Así robles, escobas, carqueixas, encinas y carrascas revisten esta zona de lagos, fallas, cuevas y yacimientos. Un paisaje literalmente único.

Valles paradisíacos

El Bierzo, con sus valles surcados por ríos y arroyos y su rica vegetación, es un lugar paradisíaco donde el contacto con la naturaleza es absoluto. Aquí culmina la zona turística del Camino de Santiago que cruza León de lado a lado.

El Bierzo comprende también la zona de los Ancares leoneses, un espacio natural muy valorado. Aquí podemos visitar las antiguas chozas prerromanas, denominadas pallozas, que reciben al visitante en los valles de Ancares, Finolledo, Balboa y Fornela.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!