Los 2.600 estudiantes que se han perdido por el camino están, en su mayoría, en otras universidades españolas o disfrutando de un año sabático antes de intentar subir su nota repitiendo selectividad el año que viene.

Otros, con menos paciencia o vocación, han decidido empezar una titulación diferente a la elegida en primer lugar. En esta situación están alrededor de 1.500 estudiantes, según fuentes de la universidad, que señalan que en el 90% de los casos estos jóvenes han terminado accediendo a la carrera marcada como segunda opción.

Casi cuatro de cada diez universitarios (el 37,22%) no consiguen terminar la carrera que han iniciado. La falta de vocación, por una parte, y el desengaño que sufren al llegar a la facultad, por otra,  son las causas de este abandono masivo de los libros, según el psicopedagogo Juan Antonio Planas.

Cambiaron de carrera

Iván Artigas. 18 años   «al principio te decepcionas, pero luego le pillas el ritmo»

Con una nota media de 7,2 en su expediente, Iván pensaba que no tendría problemas para entrar en Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Pero se ha quedado a las puertas, porque este año la nota de corte ha subido hasta el 7,52. Se ha matriculado en Administración y Dirección de Empresas, su segunda opción. «Al principio te llevas un poco de decepción, pero poco a poco le vas pillando el ritmo a la cosa; acabaré esta carrera y luego haré un máster», asegura.

Victoria Collar. 18 años  «me fui fuera a estudiar lo mío»

Victoria es uno de los jóvenes que al final ha descartado la Universidad de Zaragoza. Aunque pidió plaza en la doble carrera de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, su auténtica vocación era estudiar Arquitectura. Por eso, no olvidará la fecha del 16 de julio, el día que le avisaron por SMS que había sido admitida en esa titulación en Barcelona. «Al principio me daba mucho miedo irme fuera, pero cada vez estoy más contenta de estudiar lo que realmente me gusta», asegura.