Tipos de suelo

No urbanizable: Es aquel en el que no se puede construir ni está prevista la edificación en el futuro.

Protegido: Terrenos que son no urbanizables porque presentan cierto valor urbanístico, histórico, arqueológico, ambiental o cultural.

Rústico: En este caso, no se edifican por su valor dentro del sector agrícola o ganadero del municipio.

Urbanizable: Se permite su edificación en el futuro, pero los propietarios deberán abordar las obras de urbanización para dotarlo de equipamientos como agua, accesos rodados o electricidad.

Urbanizado: En el que ya hay inmuebles o en el que se puede construir de forma inmediata, ya que cuenta con todos los equipamientos.

Las famosas recalificaciones

La recalificación es el proceso por el que un terreno pasa de tener una naturaleza a adoptar otra. Este procedimiento, que debe aprobar el pleno del Ayuntamiento por mayoría absoluta, es el que más influye en el precio del suelo, que puede llegar a multiplicarse por cincuenta. Los procesos dudosos de recalificación están detrás de escándalos inmobiliarios como el de Marbella, Seseña o Andratx.