Autoridades de la Xunta, de otras instituciones gallegas y familiares han protagonizado un sentido homenaje al dramaturgo Roberto Vidal Bolaño dentro de los muros del Salón Teatro de Compostela, edificio que lo despidió en 2002 tras su muerte y que desde este jueves cuenta con una placa en honor del autor que ha sido el artífice de la profesionalización y modernización del género en Galicia.

Mientras, en el exterior, coincidieron las protestas de dos plataformas: una de afectados por las participaciones preferentes y otra de representantes de las artes escénicas que protagonizaron una sonora pitada reclamando una solución para la situación del género en Galicia, ante una abundante presencia policial.

El conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Jesús Vázquez, fue el encargado de abrir el acto recordando que Vidal Bolaño cuenta con "una pegada de aquí y ahora" en las piedras del Salón Teatro, una señal "de respeto y admiración" para homenajear a aquel que soñó con "que hacer teatro en gallego era una tarea posible".

Un hombre que vivió el teatro de modo "integral", en la escrita, interpretación y la dirección, y que dejó muestra de sus diálogos en el audiovisual con en lanzamiento de la televisión pública gallega. Vázquez ha recordado a Bolaño como el protagonista de "una generación capaz de hacer este arte un modo de vida" y ofrecer al público "un espacio para parar el tiempo".

Un símbolo de rebeldía

Mientras los profesionales del teatro reclamaban a voces consignas como 'cultura contra la mentira', tomaba la palabra la viuda del dramaturgo, Belén Quintáns, para lamentar que estas Letras Galegas no están siendo "lo que esperaba" o "se parece muy poco", y ha ironizado con que no hablará "de cómo no se está escuchando a los más cercanos" a Vidal Bolaño, "los que tienen información de primera mano" de como entendía el mundo.

Unos profesionales "que están quedando fuera de esta celebración" y "que tenían que ser los protagonistas", lamentando que día a día hacer teatro en gallego "parece más un sueño imposible", mientras "sistemáticamente" se recurre a los "menos informados" para "callar estas voces". Tampoco hablará, ironizó Quintáns, de quien organiza "un supuesto acto de homenaje" e invita a leer sus textos, la persona que hoy en Galicia "representa todo aquello contra lo que Roberto luchó".

Así y tras agradecer la amistad del expresidente de la Academia Galega, Xosé Luis Méndez Ferrín, para quien tiene "una recuerdo muy especial", ha agradecido el "esfuerzo" de los profesionales de la enseñanza para difundir la figura de Vidal Bolaño, los jóvenes que se manifestaron con pancartas con su cara durante el Correlingua y "miles de personas que nunca escucharon su nombre", pero que ahora les llega su imagen aunque sea "superficial".

Tras reclamar la necesidad de un estudio "serio y riguroso de su obra y trabajo en los escenarios", ha destacado el "privilegio" de haber trabajado con el dramaturgo y ha aclarado que aquellos que intentan "mediatizar su discurso vital" no podrán evitar que siga siendo "un símbolo de rebeldía".

Un hombre "único"

Posteriormente tomó la palabra el presidente de la Real Academia Galega, Xesús Alonso Montero, para destacar que en las 51 ediciones de las letras gallegas "nunca hubo un hombre" como Vidal Bolaño, una persona que entregó "toda su inmensa capacidad intelectual" a la creación como no se ha visto "en la historia del teatro gallego".

"Una figura que se sale notablemente de lo ordinario", ha insistido, para elevarlo como el artífice del nuevo teatro gallego como parte de la generación Abrente, que él mismo vio nacer y cuyos miembros decidieron "que llegó la hora de impulsar" el género en Galicia.

Asimismo, se ha mostrado convencido de que hay "Vidal Bolaño para mucho tiempo" más allá del 17 de Mayo, para después definirlo como un "inconvencional", e "iconoclasta" con un sentido crítico que situaba al espectador ante la realidad para hacerlo pensar y que "infelizmente murió joven".

Por su parte, el alcalde de Santiago, Ángel Currás, ha destacado que Vidal Bolaño, junto con Rosalía de Castro, eran dos compostelanos "de ejercicio", que ha llevado al teatro gallego a un sitio "superior".

En este sentido, ha considerado la celebración de las Letras como "una ventana de oportunidades" para conocer e interpretar mejor el mundo, actualmente rodeado de "muros de LED", para reivindicar el compromiso de la capital de Galicia "con la lengua gallega".

"babel no fue una maldición"

El acto institucional contó con la conclusión del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien inició su intervención aludiendo a que "Babel no fue una maldición" y que la proliferación de lenguas "no estaba destinada a crear confusión", sino a comprender mejor la realidad.

"Cada idioma es un retrato de lo que es, de lo que fue y de lo que quiere ser un país", ha destacado el líder gallego, incidiendo en que las lenguas "se necesitan unas a otras" y "forman parte de un todo común".

"Su proliferación no fue ninguna maldición, pero si lo es empeñarse en su enfrentamiento, o pensar que pertenecen en exclusiva a alguien. Las lenguas son inocentes. Son los hombres los que a veces las pervierten para convertirlas en manzanas de la discordia", ha matizado.

Feijóo ha considerado que en este reparto del comienzo de los tiempos, los gallegos han tenido la suerte de ser distinguidos "con el tesoro de un idioma propio", un "don" para conservar y cultivar y "una herramienta de libertad".

"Una casa común hospitalaria, apta para recibir el aporte de otras culturas", ha destacado. Así, ha enmarcado el valor de Roberto Vidal Bolaño, el Aristófanes gallego, prestigiando el valor del idioma como "palabra dicha" en los escenarios teatrales como el creador "del moderno teatro gallego".

"Celebramos en el al creador del moderno teatro gallego, al autor, creador y actor, pero sobre todo a un hombre libre que hizo del sombrero negro y la nariz de payaso un símbolo de su rebeldía", ha señalado el presidente gallego.

Finalmente, ha recordado que los gallegos estamos aquí para "reafirmar" el compromiso con la lengua gallega, que está con nosotros "desde siempre" y "va a estar siempre". "En aquel reparto del escaso tesoro de las lenguas, a nosotros nos tocó la más hermosa. Seamos dignos de ella", ha concluido.

El acto contó con numerosas personalidades del Gobierno gallego y de otras instituciones, como el delegado del Gobierno; Samuél Juárez, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, el expresidente Gerardo Fernández Albor o el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, además de diversos miembros de la Real Academia Galega, entre otros.