El juicio contra Beate Zschäpe, única superviviente del trío neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) que presuntamente asesinó a diez personas, ha sido suspendido hasta el 4 de junio.

La Audiencia Territorial de Múnich (sur de Alemania) pospuso, como estaba previsto, el proceso contra Zschäpe y cuatro presuntos colaboradores, tras cuatro sesiones caracterizadas por el silencio de la principal acusada y las constantes peticiones de las defensas para cancelar o retrasar el juicio.

El último recurso de la defensa de Zschäpe fue exigir al menos tres semanas de receso para estudiar las actas de la comisión de investigación parlamentaria que se abrió tras descubrirse que los servicios secretos conocían la existencia de la NSU, pero no alertaron a la policía a raíz de los asesinatos.

Además, dos de los acusados como colaboradores, Holger G. y Carsten S. anunciaron que sí prestaran testimonio ante el tribunal que les juzga, rompiendo el silencio que hasta ahora habían mantenido todos los acusados.

De forma paralela, la abogada de Ralf Wohlleben, otro presunto colaborador, informó de que su defendido hará una declaración.

Por su parte, los letrados de Zschäpe reiteraron la negativa de su defendida a declarar ante la Audiencia Territorial de Múnich, como tampoco lo hará André E.

La Audiencia Territorial de Múnich abrió el 6 de mayo el proceso contra Zschäpe, de 38 años y desde hace 18 meses en prisión preventiva, a la que se acusa de pertenencia a grupo terrorista y asesinato múltiple: los nueve inmigrantes presuntamente asesinados por el grupo, más una policía, entre 2000 y 2007.

El juicio, en el que se juzga por complicidad a otros cuatro neonazis, quedó en suspenso el mismo día de su apertura porque la defensa presentó varias demandas alegando parcialidad del juez, pero estas fueron rechazadas cuatro días después.

Los otros dos miembros que integraban el grupo junto a Zschäpe, Uwe Böhnhard y Uwe Mundlos, se suicidaron en noviembre de 2011, acosados por la policía tras atracar un banco.

El fallecimiento de los compañeros de la procesada sacó a relucir la existencia del grupo y sus asesinatos, ya que durante años se atribuyeron las muertes de ocho inmigrantes turcos y un griego a ajustes de cuentas entre extranjeros.

Zschäpe se entregó cuatro días después del suicidio de sus compañeros y hasta ahora no se ha pronunciado acerca de los cargos que se le imputan.

Para el juicio se han previsto 80 vistas, hasta enero de 2014, aunque se cuenta con que se extienda más. El pliego de la acusación contiene 488 páginas, y se ha convocado a 606 testigos.

La comisión del Parlamento alemán que investiga a la NSU atribuyó esta semana a un "fracaso policial sin precedentes" el hecho de que sus miembros se movieran en la impunidad durante trece años, pese a que cometieron diez asesinatos y perpetraron varios atentados con bomba.

No hay indicios fundamentados que sustenten que la policía encubrió o protegió al grupo, pero sí de una cadena de errores por parte de las fuerzas de seguridad frente a la ultraderecha, indicó el presidente de la comisión, el socialdemócrata Sebastian Edathy, al presentar el informe parcial de sus investigaciones.

La comisión se formó el año pasado, tras la revelación tardía de la existencia del grupo, a raíz del suicidio de dos de sus miembros.