Hollande, sobre su primer año: "Pido que se me juzgue cuando llegue el final de mi mandato"

  • El presidente francés admitió, sin embargo, que mientras suba el desempleo tendrá difícil mejorar su "curva de popularidad".
  • Hollande quiso mandar un mensaje de optimismo a sus conciudadanos porque, dijo, "Francia no es un problema, es la solución".
  • El jefe del Estado francés estimó también que su "deber" es "sacar a Europa de la languidez y reducir el desafecto de los pueblos".
El presidente francés François Hollande durante la rueda de prensa celebrada en el palacio del Elíseo en París.
El presidente francés François Hollande durante la rueda de prensa celebrada en el palacio del Elíseo en París.
VALAT / EFE
El presidente francés François Hollande durante la rueda de prensa celebrada en el palacio del Elíseo en París.

El presidente francés, François Hollande, prometió este jueves una "ofensiva" para sacar a su país de la recesión, abogó por un gobierno económico europeo y dijo que la austeridad está en el origen de la crisis que vive la eurozona.

Al día siguiente de conocerse que su país está en recesión técnica, Hollande reconoció que en 2013 no habrá crecimiento económico, pero, en la segunda conferencia de prensa de su mandato del que acaba de cumplirse el primer año, quiso mandar un mensaje de optimismo a sus conciudadanos porque "Francia no es un problema, es la solución".

Preguntado sobre su escasa popularidad entre los franceses, que le sitúan en niveles mínimos históricos, Hollande aseguró que lo que le preocupa no es saber si es popular o no, sino el resultado que se pueda obtener al final de sus cinco años de mandato.

"Pido que se me juzgue cuando llegue el día al final de los cinco años (de mandato) sobre lo que haya hecho por Francia", se defendió el presidente, quien admitió que mientras suba el desempleo —en abril aumentó por vigésimo tercer mes consecutivo— tendrá difícil mejorar su "curva de popularidad".

"Mucho depende de las elecciones que hagan en Europa, de ahí la importancia de lo que se decida en el plano europeo y en el nacional", indicó Hollande, quien abogó claramente por la instauración de un gobierno económico de la Unión.

Señaló que esa instancia debería reunirse "todos los meses en torno a un presidente que estaría dedicado solo a esa tarea" y apoyó que la Unión Europea (UE) asuma "progresivamente una capacidad presupuestaria" dotada, además, de la posibilidad de obtener financiación por medio del recurso al crédito.

El jefe del Estado francés estimó que su "deber" es "sacar a Europa de la languidez y reducir el desafecto de los pueblos, que solo puede poner en entredicho el futuro mismo de la Unión Europea".

"Francia está también dispuesta a darle un contenido político a la UE, hay dos años para llegar a eso", avisó. La instauración de un gobierno económico de la Unión es el primero de cuatro puntos clave que enumeró para que Europa salga de la crisis.

Un plan para dar trabajo a los jóvenes

El segundo es un plan para facilitar la inserción de los jóvenes en el mercado de trabajo y el tercero pasa por la creación de una comunidad europea de la energía, con el objetivo de liderar la transición hacia las energías renovables.

El cuarto punto guarda relación con ese contenido político mencionado para la UE: aspirar a la unión política. Hollande quiso, además, enviar una señal de fortaleza a quienes le dicen que no toma decisiones y ven, sobre todo desde la oposición, a un presidente "débil".

"No he dejado de decidir desde que estoy aquí", declaró el presidente, quien no obstante reconoció que lanzar la operación militar en Mali a principios de este año ha podido ocultar a la opinión pública el hecho de que su Gobierno ha ido tomando medidas que afectan a la economía del país.

Se refirió Hollande a las amenazas que se ciernen sobre el mantenimiento del estado del bienestar como consecuencia de la aplicación de políticas de rigor y dijo que "Francia puede mantener su modelo social, pero evolucionando, rechazando la destrucción, que sería la peor de las maneras de llevar a un país hacia su futuro".

Negó presiones de la UE

Negó que sea la UE la que le obligue a tomar medidas, por ejemplo, sobre las pensiones porque las reformas en este ámbito son obligadas si se quiere reducir el déficit y no dejar una deuda insoportable a las generaciones futuras.

"Esta reforma la hago por responsabilidad, no por hacer que ese peso recaiga sobre las generaciones futuras ni para aumentar las desigualdades", aseguró.

Después de meses en los que no han faltado escándalos, como el de su exministro de Presupuesto Jérôme Cahuzac, imputado por presunto fraude fiscal, el presidente subrayó que irá "hasta el final" en relación con la transparencia de la vida política "porque la autoridad de la República tiene ese precio".

Sobre este grave obstáculo en su mandato, la traición de uno de los miembros de su Gobierno, opinó que el exministro "no debe presentarse a ninguna elección porque la mentira es intolerable".

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